Sainz se quedó sin clavos para atacar

Todo pintaba de color de rosa. Carlos Sainz, ese veterano que muchos quieren retirar, se batía de tú a tú con los jóvenes emergentes por la primera plaza del Rally de Suecia. Pero el sueño se desvanecía en un tramo en el que se quedaba sin clavos, y salía ligeramente descolgado de esa pelea. Pero es cuarto, y aún tiene dos días para remontar.

A pesar de que no cayó la esperada nevada que tanto le habría beneficiado, ya desde los primeros compases se vio que Carlos salía con ganas. En el primer tramo sólo le ganaba Gronholm, y en el segundo era el más rápido. Pero el grueso de la etapa eran las dos pasadas por el interminable tramo de Granberget, de más de medio centenar de kilómetros. Y allí fue donde Martin forjó su sólido liderato.

En la primera pasada acertó de pleno con los neumáticos, y ya dio la primera estocada, aprovechando además una rotura de dirección asistida del hasta entonces líder Gronholm. Sainz decidió para la segunda pasada seguir los pasos del estonio para atacarle con sus mismas armas. Pero falló el espía enviado a la asistencia de Ford, que pasó una información errónea al madrileño y montó un neumático totalmente diferente.

Por su culpa el Citroën Xsara número 4 se fue quedando sin clavos desde mitad de la especial, y perdía casi medio minuto con respecto al líder. Además, Sebastien Loeb y Petter Solberg también le adelantaban. Ambos están a tiro, pero Martin se ha escapado, aunque no de forma definitiva.