Rally Dakar | Diario de una aventura
Lo que echo de menos
El Dakar 2004 se acaba y por fi n con el objetivo cumplido
de ver a un español ganar la carrera. En mi caso, es la primera presencia y primera victoria, con lo cual, por volver el año que viene debería cobrarle un sueldo a Nani porque, de algún modo, he sido su talismán. Me traje el dorsal 26 con el que corrió la primera vez. Entonces lo
firmó con la frase Roma, campeón. Y ahora me lo volverá a
firmar siendo de verdad el mejor. Hasta ahora algunos me
han preguntado por teléfono o e-mail qué es lo que más y lo
que menos he echado en falta estas dos semanas y pico de
gira por África. Lo que más se echa de menos estando aquí
es el beso de buenas noches de mi novia. Los partiditos de
golf con mi padre. Los excepcionales guisos de mi madre. Una
buena ducha diaria. Un retrete en el que vaciar a gusto.
También echo de menos ver jugar al Real Madrid. Las salidas
nocturnas con los amigos. La radio con la que acabar cada
noche. Mi AS con el que empezar cada día. Las pachangas
con la gente del periódico, aunque cada vez sean menos. Una
buena sesión musical de Bunbury. Y una cama de verdad.
Lo que menos, el frío del invierno de Madrid. Los atascos
en la M-30. Los problemas para aparcar el coche en la calle
Albasanz. La preocupación de la hora del cierre de las páginas del periódico. Las prisas por no llegar tarde a todas partes. El olor del Metro. La gente con ganas de bronca que te encuentras por ahí. El pago de la letra de mi casa. Las dudas de qué ropa ponerme según donde vaya. Y la vara que dan los del Atleti cuando ganan ellos y palma
el Madrid. Por cierto, ayer cogimos el último avión de prensa y por eso la foto de familia. Posé con japoneses, polacos, belgas y hasta con los franceses, pese a
las bromitas que nos gastaron con Roma. ¡Qué día dieron!