Rally Dakar | 16ª etapa

A Roma le falta el 0,58% para ganar

Después de 4.598 kilómetros de especiales, sólo le quedan los 27 últimos.

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Nani Roma tiene a su alcance ser el primer piloto español que gane el Dakar. Sólo le faltan 27 kilómetros de especial para conseguirlo. Pero como Roma es especialista en grandes infortunios y el Dakar es una caja de sorpresas, nadie se atreve a adelantar su victoria. Podría decirse que sus

posibilidades de vencer son del 99,42%, que es el porcentaje de carrera cronometrada ya disputada. Un 0,58% más y a ganar. Pero vayamos a la etapa de ayer. Por mucho que la información llegada por radio dijera que Nani Roma se había perdido dos veces, o que los periodistas

franceses insistieran con la bromita de que se había averiado su KTM, lo cierto es que el piloto español no tuvo ningún problema en controlar a Richard Sainct el último día que el francés podía amenazar su liderato.

Etapa sin traumas. El galo concluyó primero la penúltima especial del rally (Nouackchott-Dakar), pero Roma lo hizo segundo a sólo 2.05, con lo que mantiene una renta al frente de la categoría de motos de 5.02. Ahora sí, ya se puede decir: Roma es virtual ganador del Dakar, lo que supondrá la primera victoria española en 26 años de historia.

Para hacer posible el sueño de su vida, este gigantón de Folgueroles (Barcelona) deberá resolver plácidamente el trámite de la última etapa, Dakar-Dakar, con 106 kilómetros de los cuales sólo 27 son de especial. Nos negamos a pensar

que en tan poca distancia el francés le pueda recortar ese

tiempo al discípulo de Jordi Arcarons que, en su papel de

mánager, ha sabido transmitir a Nani la tranquilidad que tantas otras veces le ha faltado.

Habrá quien vea esta postura demasiado optimista, pero son

demasiados días conteniendo la alegría y sólo una hecatombe

podría privarle al español de un triunfo que ha buscado en nueve ocasiones. Pensar que Roma perderá el liderato hoy es lo mismo que pensar que el ganador del Tour puede perder

el maillot amarillo el último día en los Campos Elíseos.

No vale el caso de Fignon y Lemond porque aquello fue una

contrarreloj, el resto fue siempre un baño de multitudes para el ganador. ¿Verdad Miguelón?

Hasta el tres veces ganador de esta prueba daba ayer por

perdida cualquier opción de ganar. "Yo no puedo ir más rápido de lo que lo he hecho y la carrera de Roma ha sido buena. Sufrí una caída en la etapa Tánger-Er Rachidia y pensé que allí se acababa la carrera para mí, así que

ser segundo es un logro", dijo un cariacontecido Sainct, cuyo rostro mostraba la tralla de los casi 11.000 kilómetros de carrera. El je suis dessole (estoy desolado)

que cada año nos dedica la organización francesa deberá

utilizarlo esta vez para consolar a sus compatriotas, aunque

siempre les quedará el consuelo de ver a Stephane Peterhansel ganar en coches.

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