Dakar 2004 | Primera etapa

Frío y lluvia en el inicio de la aventura africana

Los tiempos de ayer no se contabilizan para la general, así que la mayoría de los favoritos prefirió no correr riesgos en un trazado en malas condiciones. Isidre Esteve, cuarto en motos, fue el mejor español del día.

Paradojas del inicio de año. La gran aventura del desierto, el Dakar 2004, se inició bajo las más duras condiciones meteorológicas. Frío, mucho, y nieve, bastante, en el arranque de la prueba africana por antonomasia, una circunstancia que no deja ser curiosa para hombres que se disponen a afrontar dos semanas de competición por el continente más cálido del planeta.

Lo de ayer era una pachanguita, un recorrido sin trascendencia para abrir boca antes de la hora de la verdad. Tanto es así, que los tiempos de la prólogo ni siquiera se contabilizan para la general, tan sólo sirven para establecer el orden de salida de la etapa de hoy, que ya ira algo más en serio.

Por eso no se pueden ni se deben sacar muchas conclusiones (más bien ninguna) de lo ocurrido ayer. Como dato señalemos que en motos ganó un tal Matteo Graziani (premio para quien aporte algún dato de su palmarés), porque la mayoría de los favoritos prefirieron no correr riesgos innecesarios.

Entre los motoristas, el mejor español fue Isidre Esteve, con un cuarto que no tiene más valor que refrendar las ganas de este ilerdense dispuesto a todo, incluído a pasarle por encima a su jefe de equipo, Nani Roma.

Más dificultades. Peor que los motoristas lo tuvieron los pilotos de coche. Cuando les tocó el turno de afrontar la especial de 1,5 kilómetros en las proximidades de la localidad francesa de Clermont-Ferrand, el frío arreció y empezó a nevar con intensidad, por lo que el recorrido se complicó.

El que se mostró más eficaz para superar el barrizal en el que se convirtió la pista fue Shinozuka, pero es que este japonés no debe saber ir despacio ni cuando va a comprar el pan. El resto de los que aspiran al triunfo en Senegal fueron algo más prudentes, aunque dejando muestras claras de la superioridad de unas mecánicas que les ayudan a ser los mejores incluso cuando no quieren correr. Así, Biasion, Masuoka, Alphand (que debía estar cómodo por aquello de la nieve) Saby o Peterhansel estuvieron entre los diez mejores en esta etapa que no conducía a ninguna parte.

Hablando de los españoles, José Luis Monterde dio un primer aviso de que habrá que seguirle muy de cerca durante todo el Dakar. No es que vaya a ganarlo, pero sí que tiene todas las papeletas para confirmar una progresión imparable en los últimos años.

Tras el baño de barro, los participantes completaron el tramo de enlace. Los coches por carretera y las motos también... aunque dentro de los camiones. Y es que hacía tanto frío que la organización se apiadó de los pobres motoristas y les dejó subir sus máquinas a los camiones de asistencia.

Hoy la caravana llega a España, a Castellón y, aunque no será como para bañarse, seguro que estarán más calentitos.

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