Preocupa más el frío que el Torpedo

El Villarreal ya conoce de primera mano lo que se va a encontrar mañana en el Luzhniki Stadium de Moscú. El conjunto que dirige Benito Floro embarcó ayer desde Valencia con una temperatura de 14 grados y aterrizó en la capital rusa con el termómetro ligeramente sobre cero. El equipo castellonense tenía a partir de entonces dos días para aclimatarse al frío, uno de los mayores handicaps a los que tendrá que hacer frente en tierras rusas.

Pero hay más. Si las bajas temperaturas van a suponer un contratiempo para los hombres de Floro (a la hora del choque se espera un grado bajo cero), no lo será menos el estadio en el que se disputará el encuentro. El Luzhniki Stadium es de césped artificial, otra gran adversidad a la que tendrá que hacer frente el Villarreal para plantarse en la siguiente eliminatoria de la Copa de la UEFA.