Motor | Vuelve la gran aventura africana

McRae será la estrella de un Dakar marcado por las multas

Los GPS vigilarán a los pilotos que excedan los límites en las poblaciones

El primero de enero de 2004 arrancará la vigesimosexta edición del Rally Dakar, la mítica prueba africana que, por enésima vez, promete una vuelta a los orígenes junto a un endurecimiento del recorrido y de las condiciones de competición. El manido argumento de recuperar el espíritu de aventura para que no sólo gane el más poderoso, un objetivo que se persigue desde hace años pero que no termina de alcanzarse, porque al final únicamente los grandes tienen realmente aspiraciones al triunfo en la meta de Dakar. La estrella mediática será esta vez el piloto de rallys Colin McRae, que participará al volante de un Nissan oficial.

El recorrido previsto por la organización atravesará siete países desde Francia a Senegal y pasando por España, Marruecos, Mauritania, Malí y Burkina Faso. En total, poco más de 11.000 kilómetros de los cuales 5.628 serán cronometrados, los que marquen las diferencias de tiempos a lo largo de 17 etapas, con tan sólo una de descanso el 12 de enero.

Hasta ayer, cuando se presentó la prueba en París, se habían inscrito 563 vehículos: 140 automóviles, 200 motos, 58 camiones y 165 de asistencia. Una de las novedades del Dakar 2004 será el control de la velocidad de los vehículos al paso por lo núcleos urbanos, en un intento de reducir la siniestralidad que hace que la lista de víctimas de la carrera por atropellos sea ya excesiva. El sistema de navegación por satélite GPS que utiliza cada participante, registrará los excesos de velocidad en los puntos establecidos y la organización penalizará deportiva y económicamente a quienes los cometan.

En cuanto al paso de la caravana por España, se dividirá en dos etapas. Castellón volverá a ser el centro neurálgico del tránsito de los pilotos por nuestro país, incluyendo la disputa de una prueba especial de nueve kilómetros.

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