Renace el fútbol iraquí
Irak está de enhorabuena futbolísticamente hablando. Si la etapa Sadam, con su polémico hijo Qudai al frente de la Federación, fue negra, ahora, tras la guerra, se viven los mejores momentos. Su selección se ha clasificado para la fase final de la Copa de Asia de Naciones, pese a los problemas de concentración y medios que tuvo el combinado. Esto ha significado las noticias más buenas para sus mejores futbolistas, que ya han cerrado sus traspasos a importantes clubes asiáticos. Ahí van los ejemplos: Obaid a Bahrein, Younis Mahmoud a Emiratos Árabes, la dupla organizadora Wahab y Al Hail al Esthegal iraní, Rahim, Khadim y Jabar a Siria y la gran estrella y capitán Sub-19 Akram al potente Al Nasr de Arabia Saudí. Y otros tres (Laith Hussein, Qais y Radhi) negocian ya su marcha a clubs asiáticos.
Para los internacionales, la caída del régimen ha sido fundamental, ya que hasta ahora tenían prohibido jugar en el extranjero y sus actuaciones se producían bajo una enorme presión: si huían, sus familias eran represaliadas y si no ganaban, eran castigados hasta con penas de cárcel "por ultrajar la imagen del país". Lo más curioso es ver cómo el artífice del éxito ha sido el cuestionado técnico teutón Bernd Stange que, contra viento y marea, ha seguido en el puesto. Aunque asegura haber recibido ofertas de otros países, ha calmado a todos al indicar que estará con sus chicos en la cita continental asiática.