La falta de ambición arruinó al Boomerang

A veces una buena estrategia sirve para conseguir un objetivo y Tino de la Cruz sacará pecho por ganarle un punto al campeón, pero convirtió el partido en un petardo insoportable ante la ausencia de ambición de un rival que se conformó con ir por delante en el marcador sin apretar los dientes para asegurar un triunfo que se le escapó por su propia desidia.

El primer tiempo fue un tostón importante. Alguien debió ofrecer un premio en el túnel de vestuarios al que fallase más pases seguidos, porque la única conexión que hubo fue la charla con el vecino de grada. Móstoles hizo un planteamiento rácano e Interviú mordió el anzuelo: 0-1 y todos contentos al vestuario.

Después, y dentro de esa teórica estrategia, Tino colocó a los más creativos de su plantilla en pista —Marcelinho, Paulinho y Valtinho, todos los ‘inhos’— y arrinconó a un Boomerang timorato que no leyó la intención del rival. Dos goles en 12 segundos de Marcelinho y vuelta a empezar de Interviú (2-1). Pero ya no había tiempo de hacer borrón y cuenta nueva, de conectar con lucidez, y sólo le quedó tirar de calidad para voltear el marcador con dos golazos de dos superclases: Daniel y Joan (2-3).

La nueva dinámica metió al público en el partido —que se olvidó afortunadamente de su vecino— y el encuentro entró en el correcalles propio de dos equipos despeinados y poco aseados. Interviú no tuvo la serenidad que se le supone para coger la pelota y tratarla con criterio —y no vale echar en falta a Schumacher—. Y a río revuelto ganancia de Tino de la Cruz: Valtinho fue derribado en el área por Orol a 24 segundos del final. Penalti protestado, pero 3-3.