La Liga arranca con polémicas

La Liga Nacional no puso el reloj en hora cuando arrancó su competición. O sus clubes están mal trabajados o mal asesorados. El caso es que los líos han proliferado en torno a una Liga que se vende como la mejor del mundo. Empezó con la descoordinación para hacer efectiva la implantación de las nuevas reglas de juego. "No entendemos cómo no se ha promocionado una reunión entre árbitros y entrenadores para unificar criterios", se quejan algunos técnicos.

Los escenarios de los partidos, los pabellones, están sujetos a informaciones confusas sobre su homologación. Se han oído los nombres de Santa Coloma, Martorell, Boadilla o Móstoles, entre otros, como recintos no homologados, pero al final se han jugado los partidos, aunque para ello se haya tenido que flexibilizar hasta el último instante como en el Boadilla-ElPozo.

Otro asunto es el de los tránsfer de los extranjeros, problema que no compete a la Liga, pero que tampoco aborda como debiera. Afortunadamente los clubes se ven compensados con la apertura de fronteras a los comunitarios, aunque para ello la competición empiece a parecerse un poco a la italiana.

Y, por último, el fiasco arbitral. Una herencia de antaño. De cuando los dirigentes de etapas anteriores cedieron la potestad a la RFEF. Y ésta puso a gente del fútbol al frente de un estamento tan delicado, que incluso ha entrado en enfrentamiento directo con FIFA.