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Baloncesto | Europeo de Suecia

Navarro: "Nos pudo el ansia al principio"

Espectacular recibimiento en Madrid a la selección de Pau Gasol

Miguel Fernández Trinidad
<b>EN LOOR DE MULTITUDES.</B> La Selección fue recibida por más de cien personas como si hubiera logrado el oro.
CHEMA DÍAZ

Los nervios y la tensión se palpaban en el ambiente. Un centenar de fans esperaban impacientes a los héroes de Estocolmo frente a la sala 5 de la terminal 2 del aeropuerto de Barajas. De repente, tras un solemne silencio, un haz de luz apareció por otra puerta, era Pau Gasol. En ese momento toda la multitud corrió hacia él. "Pau, Pau, Campeones, Campeones" gritaban.

Un Gasol con la cabeza bien alta se paraba a atender a todo el mundo, medios y fans incluidos (algunos que juegan con los pies deberían tomar ejemplo). "La plata sabe a poco. Íbamos con mucha ilusión y creíamos que teníamos potencial para ganar el oro pero no jugamos del todo bien en la final. Acabamos un poco tocados después del partido porque duele no ganar la final".

El resto de la expedición de la ilusión apareció instantes mas tarde, pero sus caras no podían ocultar esa mezcla de rabia, impotencia y tristeza que mantienen desde el domingo. La Bomba estaba menos explosivo que nunca: "Nos pudo el ansia en la primera mitad, nos precipitamos, no acusamos la presión, ellos jugaron mejor y ya está". Herreros, que repite metal (Francia 99), afirmó que "las caras al acabar el partido se parecían mucho a las de la final de Francia. Aunque con este equipo en Atenas podemos soñar con algo grande". Un Calderón nervioso por conocer el alcance de su lesión (dos meses) fue más lejos: "Para Atenas hay que conseguir como mínimo otra plata". El torero Carlos Jiménez, el mejor defensor de España en el campeonato, lucía su segunda medalla de plata con orgullo :"Muchas selecciones desearían llegar a donde hemos llegado nosotros".

¿En el cielo o en el purgatorio? "Seguimos en el cielo, no estamos en el purgatorio, una medalla de plata está muy bien, no tuvimos el día frente a Lituania, no hay que darle más vueltas" afirmaba el otro torero colegial Felipe Reyes. Garbajosa (sin perilla) seguía dándole vueltas al partido del domingo: "Estoy un poco mejor que anoche, una plata no se consigue todos los días, la pena fue no conseguir el oro. No sé que nos faltó, no he visto el vídeo". Y al Bisbal de la Selección, Roger Grimau, la plata le había dejado un "sabor agridulce"

En el cielo o en el purgatorio, con sabor agridulce o no, lo que queda claro es que los Juniors de Oro le han dado a la Selección el salto de calidad y esperanza que necesitaba y sobre todo la mentalidad ganadora de unos chicos que lo han ganado todo. ¿Todo? No, todavía no, pero sólo todavía.