¿Qatar o Japón?
Hasta este verano la Liga más profesionalizada en Asia era la japonesa. Desde que al Emir de Qatar se le ocurrió inyectar petrodólares en su campeonato para fichar a jugadores occidentales de renombre, las cosas están cambiando. Mediáticamente se está hablando ya más del torneo del Golfo Pérsico que del Imperio del Sol Naciente. Futbolísticamente, la balanza se decanta del lado de los nipones, actuales campeones asiáticos de selecciones y que defenderán su título en China-2004. Los resultados se verán en unos meses, pero los especialistas no tienen muy claro que por contratar a golpe de talonario a estrellas veteranas suba la calidad del fútbol nacional. El Emir dice que sí y ha fichado grandes estrellas. Entre otros, a Hierro, Caniggia, Batistuta o Effenberg. El trato en sus recibimientos está siendo distinto. En Qatar, flores, Rolls Royce y ruedas de prensa multitudinarias.
En Japón, los fichajes no ven flores, el coche es menos lujoso y las entrevistas menos numerosas. En lo que sí coinciden ambas ligas es en aplicar dos vectores básicos en el fútbol de hoy día (de esto saben mucho el Real Madrid o el Manchester United): el merchandising y las nuevas tecnologías. Cuando llega un nuevo fichaje ya está a la venta la camiseta con su dorsal y nombre. Y en los contratos, por obligación, un chat al mes con los internautas. En inglés, claro. Hablando de camisetas y colores, en Qatar, Hierro jugará a rayas rojas y negras y Pep Guardiola, de blanco inmaculado