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Eurobasket 2003 | España 81 - Italia 79

Air Navarrini

En el peor día de Gasol, ‘La Bomba’ rescata a España frente a Italia

<B>DETERMINANTE.</B> Juan Carlos Navarro sentenció el partido con un derroche de valentía, clase y acierto.

Mirad, sobre todo, la sonrisa. Aquellos tíos, Magic Johnson, Michael Jordan, Larry Bird incluso Drazen Petrovic, jugaban siempre con una media sonrisilla de dos caras. Sólo que sobre esa risita que no sabe si sube o baja, hay siempre unos ojos vivísimos. En tensión. Es la risilla y son los ojos de Juan Carlos Navarro: me da que Jordan lo eligió para jugar en los Wizards cuando vio esa cara de no haber roto un plato, la cara que enmascara un asesino silencioso.

España juega hoy la final del Eurobasket ante Lituania por dos razones: por la defensa colectiva de los dos últimos cuartos y por Navarro. Por optimización de recursos, por control psicológico y por Bulleri, el partido perteneció a Italia. Hasta que irrumpió lo único que podía romper la tiranía del control azzurro: Air Navarrini, el de la sonrisilla amable y la mano llena de sangre fría: la horma de la bota italiana.

Italia se fue al descanso en ventaja no definitiva (38-44), sólo gracias a un milagrito. En el minuto 20 se entró con 33-44 para los herederos de Meneghin: no había forma de detener a Bulleri, Gasol sufría el martirio de unas ayudas sabiamente dosificadas, España crujía hasta la última tuerca, pese al 20-19 del primer cuarto. Pero una hemorragia de 0-10, abierta por tiros de Bulleri y Mian, llevó a Italia hasta el 33-44.

En campo de defensa, España sufría unos bloqueos imponentes, italianos. Y en ataque, chocaba con una defensa de acero: hasta cuatro veces sonó el reloj de la pérdida de la posesión para España. Pero en los últimos 50 segundos, un triple de Marco, el único de España antes del descanso, y un canastón rugiente de Garbajosa hicieron de torniquete. Al descanso, el 38-44 se veía como salvable.

El resto fue un pulso físico, angustioso, en el que España fue doblando la muñeca de la nazionale por atributos celtibéricos en defensa y por el cataclismo generado por Navarro. La celda hermética de Gasol (ni una canasta en la segunda parte), se cerró de modo que Pau tuvo que pedir ayuda a su amigo: "Juan Carlos, te necesito": 46-46, 55-57 y 62-60: tercer cuarto.

Ahí sonó la hora de Navarro. Pese a Chiacig, que podía con Gasol, Basile y Bulleri, limitado por faltas, España podía con el pulso. Tic-tac, 67-64: Jiménez y los atributos. Tic-tac: 76-74, 80-74. De Navarro a Air Navarrini. Tic-tac: 81-76, Gasol. 81-79, Bulleri. A 18 segundos, falta en ataque de Navarro. Y fallo mortal de Bulleri. Tras el rebote macho de Calderón, aguardaba Lituania.