Mérito de nuestra Selección

Cuatro partidos, cuatro victorias. Resultado: España, en semifinales del Eurobasket. Da la impresión de que el camino ha sido de rosas para comenzar mañana la lucha por las medallas. Sin embargo, hace una semana, cuando se iba a iniciar la competición, el futuro no era nada claro. Nos llegan a ganar Rusia y Serbia, que son dos potencias del continente, por lo cual las derrotas entraban perfectamente dentro de lo posible, y lo mismo el Eurobasket nos importaba a estas alturas un pimiento. Pero resulta que no; vemos lo que queda y hasta podemos ser nada menos que campeones.

En el baloncesto europeo quienes meten miedo son Rusia y Serbia, que es la antigua Yugoslavia, y no están en las semifinales. Tampoco ninguna de esas selecciones que se nos pueden atravesar, llámense Alemania o Turquía cuando jugamos en su casa. Por delante sólo nos quedan dos partidos para ganar el Eurobasket y los dos rivales que esperan no imponen mucho más respeto que algunos de los ya derrotados. Italia en semifinales, que no es la de tiempos atrás, y Francia o Lituania en la final es un camino que cualquiera hubiera firmado antes de iniciarse la competición.

Visto lo acontecido, la culpa de todo es más mérito de nuestra Selección que demérito de las rivales. Moncho López (pedazo de seleccionador, por cierto) ha logrado una alineación memorizable, hecho inédito en nuestra liga de baloncesto, llena de nombres impronunciables y mercenarios con pasaportes de conveniencia. Los Gasol, Navarro, Garbajosa y compañía reivindican la valía del jugador español con tanta fuerza que han formado un equipo temible a nivel individual y colectivo. Por lo pronto ya han conseguido asegurarse dos partidos para la medalla. Ahora, a recoger la siembra.