Primera | Barcelona

Kluivert llegó para lavarse las manos

"No hay que señalar con el dedo al culpable", dijo ayer el holandés

La tranquilidad y relajación que mostró ayer Patrick Kluivert durante su breve comparecencia ante los enviados especiales parecía eximirlo de cualquier responsabilidad. Atrás quedaba casi una semana de trámites, idas y vueltas, después de que el holandés hubiera sido expulsado del aeropuerto de Boston, por carecer de un visado especial que le permitiera entrar a los Estados Unidos con sus antecedentes penales.

Lejos de retractarse o asumir alguna responsabilidad, Kluivert echó balones fuera y deslindó cualquier culpa: "No hay que señalar con el dedo al culpable. El club se ha portado muy bien, y lo más importante es que ahora no hay problemas. Soy más feliz que nadie por poder seguir la pretemporada al lado de mis compañeros".

Kluivert se incorporó a la gira después de que el Barça jugara su segundo partido amistoso, el pasado miércoles, y con el tiempo justo para un par de entrenamientos antes del telón final, el domingo, contra el Manchester United. "Los compañeros me han hecho bromas y me han dicho de todo nada más llegar. Eso demuestra el buen ambiente del vestuario. ¿Qué me dijo Rijkaard? Él también está muy contento de que yo esté aquí", dijo Kluivert, que se reunió ayer con el presidente, Joan Laporta, durante el viaje desde Washington a Filadelfia.

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