En Brasil quieren cerrar sus fronteras

La fuga de talentos preocupa seriamente a los dirigentes brasileños, que quieren cerrar sus puertas a jugadores de primera línea para no perder más potencial. La salida de Manoel Tobias, fichado por el Cartagena, o que Pablo pueda ser el sustituto de Simi en el Playas de Castellón, o que Indio o Falçao puedan seguir los pasos de Lenisio, Schumacher, Marquinho o Vander Carioca asusta a los responsables brasileños, que han visto como su selección ha perdido potencial mientras sus rivales más directos (España, Argentina o Italia) han ido creciendo.

De momento no quieren dejar salir a sus estrellas hasta diciembre, mes en el que los últimos refuerzos previstos que lleguen a la Liga española terminan contrato con sus respectivos clubes brasileños. Sin embargo, las ofertas que llegan desde el Viejo Continente son demasiado suculentas para un mercado, el brasileño, a la baja, que se ve incapaz de retener a sus mejores talentos. Además, la soberbia brasileña mantenía la ley no escrita de que no juegan en la selección aquellos jugadores que actúan en el extranjero, norma que está intentando ser abolida por su seleccionador Ferreti no sin pocas complicaciones.