El control antidopaje llega al tour europeo

El mundo del golf, y especialmente sus jugadores, son el último objetivo de las incansables autoridades francesas en la lucha que mantienen contra el dopaje. Seis participantes en el Abierto de Francia, disputado en el campo de Guyancourt de San Quintín, se vieron sometidos a controles de orina a la conclusión del torneo, algo inédito hasta ahora en el circuito europeo.

El inglés Philip Golding, vencedor final del torneo, así como los dos siguientes clasificados (el también inglés David Howell, y el australiano Peter O’Malley), han sido los primeros en realizar las pruebas, que llevan la exigencia del Ministerio de Deportes francés y la federación gala de golf. Junto a ellos, otros tres jugadores escogidos aleatoriamente (los franceses Marc Farry y Francois Delamontagne, y el norirlandés Graeme McDowell) también fueron requeridos por los organizadores del torneo, cuyo director, David Probyn, señaló que el circuito europeo se había limitado a cumplir con las leyes francesas.

Según Probyn, fueron avisados de los controles hace dos semanas, fecha que coincide con la celebración del Abierto de Saint Omer, primera prueba francesa del calendario, y que no recibió la visita de las autoridades francesas. El responsable del torneo también anunció que no existe ningún tipo de sanción estipulada en caso de que alguno de los jugadores diera positivo en las pruebas. Se limitarían, simplemente, a anunciar los resultados a la federación nacional del jugador, así como a los responsables del circuito.El tour europeo aún tiene pendiente una cita en tierras francesas. Se trata del Trofeo Lancome, que se disputará del 11 al 14 de septiembre, y que podría ser el siguiente en recibir la visita de las autoridades galas.