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Primera | Athletic

Padilla quería inyectar EPO a Carlos Gurpegui

El Consejo no admitió esta petición y decidió romper y no hacer la prueba

<b>REUNIÓN</B>. Padilla y Zubizarreta, en la reunión con el CSD.
pepe andrés

Gurpegui no se hará las pruebas para confirmar si la norandrosterona por la que dio positivo es endógena, es decir, si la genera su propio cuerpo. Principalmente porque el Athletic, en la persona de su médico, Sabino Padilla, quería demostrarlo inyectando al jugador otra sustancia exógena, es decir, dopándolo... con ACTH, un derivado de la famosísima eritropoietina (EPO), que tanto ha dado que hablar en el pabellón ciclista.

Para intentar convencer al CSD, el Athletic acudió a la reunión de ayer acompañado por alguien inesperado: Javier Ladrón de Guevara, Profesor de Medicina Legal y Toxicología de la Universidad Complutense de Madrid. Guevara tampoco logró convencer a los expertos del CSD ni de la inocuidad ni de la legalidad de la prueba dopante.

Las pretensiones de Padilla y las diferencias en el calendario (el CSD quería hacer la prueba antes de que terminara la Liga y el Athletic, más tarde) rompieron ayer las negociaciones entre el Consejo y el club bilbaíno, unas negociaciones que han necesitado de dos reuniones (el lunes y la de ayer) y en las que el Athletic ha puesto trabas como la búsqueda de fechas y horas alternativas. Ayer, sin ir más lejos, la reunión fue pospuesta de las 12:00 a las 19:30 horas. Guillermo Jiménez, director general de deportes del CSD, lo resumía así: "El Athletic nos ha dicho que no corre peligro la salud del jugador y con eso nos quedamos. La parte que nos pidió que actuáramos ha dicho que nos retiremos". Esa parte no es otra que el propio Gurpegui, representado por la AFE y su presidente, Gerardo Movilla. Ni Gurpegui ni Movilla (cuya presencia esperaba el CSD) estuvieron en la reunión. Padilla, sí.

El CSD lo tenía todo dispuesto

La ruptura de las negociaciones ha sido un palo inesperado para el CSD, que tenía ya todo dispuesto para las pruebas de Gurpegui. El jugador no podía introducir en las dependencias del CSD nada del exterior, por lo que el Consejo le había preparado la ropa, calzado y la habitación donde el jugador residiría durante la prueba.