Los pilotos privados ganan a los oficiales

Más emoción no se le puede pedir al Campeonato de España de rallys. Tras el estreno de la nueva reglamentación, en las tres pruebas disputadas hasta el momento se han impuesto tres pilotos diferentes al volante de vehículos de categorías distintas. Pero lo más sorprendente es que los privados están ganando a los, en teoría, más poderosos equipos oficiales.

Dani Solá estrenó el año en su esporádica participación en el Rally Mediterráneo al volante de un Citroën Saxo Súper 1.600. Pero ya entonces se vio que el hombre a batir iba a ser Miguel Fuster con otro Saxo, en este caso Kit Car, algo que se corroboró en Canarias, siguiente cita, en la que ganó. La última sorpresa fue el triunfo del Mitsubishi de Grupo N pilotado por Dani Sordo en Santander.

Lo curioso es que tanto Fuster como Sordo están encuadrados en equipos privados, y esto ha levantado ampollas en las formaciones oficiales de Peugeot, Renault y Fiat, que incluso han intentado que la Federación Española cambiara el reglamento. Sobre todo les irrita que el coche de Fuster, aunque está inscrito por el distribuidor canario Auto Laca, lo mantenga Piedrafita Sport, el preparador oficial de Citroën en España.

En Peugeot reaccionaron e iban dominando en Santander hasta que sus dos coches abandonaron. En Renault, a pesar de contar con el coche a priori más puntero y el mejor piloto, Chus Puras, no consiguen acabar ningún rally y han estado una semana ensayando en Francia para enmendar la plana. Y en Fiat han llegado a despedir a su director deportivo, Guillermo Barreras.

El caso es que todos ellos se verán mañana de nuevo las caras en el Rally Rías Baixas de Vigo, cuarta cita de la temporada. Con una quincena de coches con posibilidades de ganar y, además, el ingrediente añadido de las fórmulas de promoción (Copa Renault Clio, Desafío Peugeot, Supercopa Fiat Punto y Reto Sport Ka), emoción no va a faltar. —Pipo López.