Sainz acabó segundo y lucha por el título

Lo que son las cosas. Marcus Gronholm ganó el Rally de Argentina con medio minuto de ventaja sobre Carlos Sainz. De no haberse producido la absurda penalización de un minuto por adelanto en un control el sábado, el resultado habría sido justo el contrario. Pero bueno, el madrileño ha salvado los muebles y sigue vivo en el Mundial.

La jornada comenzó bien para las aspiraciones de Carlos, ya que el hombre que recogía el liderato tras su penalización, Markko Martin, se retiraba en el primer tramo al quedarse sin presión de aceite el motor de su Ford Focus.

Los testigos de la penalización del español aseguran que el piloto estonio de Ford intentó avisarle con el claxon del error que iba a cometer. Un detalle que le honra, y que no ha sido premiado por la fortuna.

Mientras, Gronholm apretaba y Sainz veía cómo los Peugeot le ganaban en los tramos más revirados. Precisamente el penúltimo era uno de ellos, y allí le arrebataba la segunda posición Richard Burns. Pero un feroz ataque de Sainz en la especial final, en la que marcaba el mejor tiempo, le devolvía al segundo escalón del podio, favorecido también por los problemas de turbo sufridos por el británico.

Carlos se coloca en tercera posición del campeonato, a 8 y 6 puntos de Burns y Gronholm, respectivamente. Lo mejor es que las dos próximas citas son el Acrópolis griego y Chipre, cuyos trazados son similares al de Turquía y Argentina, pruebas en las que el tándem Sainz-Citroën Xsara parece desenvolverse a la perfección. Los tramos de tierra con piso roto parecen ser del agrado de la mecánica del Matador. En Argentina se ha perdido la victoria por un error imperdonable, pero también se ha demostrado que van a dar guerra este año.

La nota simpática de la jornada la dio el finlandés Tommi Makinen, que tras sufrir un problema de cambio el primer día estaba hundido en la clasificación. Al ver que no iba a alcanzar puntos de ninguna manera, decidió retirarse del rally tras la segunda etapa y así volver a Finlandia a conocer a su nuevo hijo, nacido durante su ausencia.

También ayer se retiraba el Hyundai de Armin Schwarz por rotura de motor, completando una larga lista de abandonos que confirma la dureza de la cita argentina.

Carlos: "Un error de comunicación"

"No hay que echar la culpa a nadie. Tan sólo se trató de un error de comunicación entre Marc y yo. No entendí bien el gesto que hizo, y por eso me metí en el control y penalizamos. Evidentemente perder una victoria por algo así resulta decepcionante, pero ahora tenemos que ver el lado positivo. En la última etapa lo intentamos, pero en los tramos más revirados era imposible pelear con los Peugeot. El resultado es bueno y tenemos que trabajar duro para las próximas pruebas"

Martí: "El fallo fue culpa mía"

"Yo le hice un gesto a Carlos, y él me entendió mal. Pero ha sido culpa mía, ya que tenía que haberle parado y así haber impedido que entrara en el control. Da mucha rabia perder una victoria por algo tan irrelevante, pero ya no podemos dar marcha atrás. Lo que sí tengo claro es que nunca más el coche entrará en el control antes de tiempo. Si hace falta, me tiro al suelo para pararlo. Ahora debemos pensar cuanto antes en las próximas carreras, Acrópolis y Chipre".