"Marqué porque Dios me iluminó"

Después de meses de sufrimiento y malas caras, en Montjuïc comienzan a verse rostros agradables. Después de dos semanas y media de competición, el campeonato había sido como un puerto de categoría especial para los participantes del Tour de Francia.

Pese a que los resultados no habían acompañado, la plantilla, consciente de la calidad que reina en el vestuario, siempre ha confiado en sus posibilidades. Y es que ahora, después de más de dos meses sin perder un partido de Liga, las cosas comienzan a verse desde otro prisma: el de la calma, a pesar de que no reine todavía una tranquilidad absoluta.

Lo cierto es que a falta de seis jornadas para que acabe el campeonato, el equipo está más alejado que nunca del descenso. Los cuatro puntos que separan a los de Javier Clemente de la zona conflictiva es la muestra más clara de que se está consiguiendo el objetivo, lejísimos de conseguir una plaza para la Champions League del próxima curso, tal y como anunció el presidente Dani Sánchez Llibre.

"Ahora es cuando debemos tener calma. En los dos últimos partidos fuera de casa sumamos cuatro puntos. Lo hicimos bien, aunque conseguimos lo que buscamos. Debemos seguir así, ya que la meta está cada vez más cerca", explicó Cyril Domoraud, el central marfileño reconvertido a centrocampista que siempre que ha marcado (tres goles) han sido básicos para el equipo.

"Ante el Betis hicimos un buen partido. Dios me iluminó y conseguí un gol que nos sirvió para respirar", dijo. Además, ante la posibilidad de que el Milán (su equipo de procedencia) amplíe su cesión, Domoraud lo tiene muy claro: "En Montjuïc soy muy feliz, aunque lo que más deseo ahora es que el equipo se salve. Después, con la permanencia en el bolsillo, ya veremos qué es lo que decidimos entre todos".

Maduros. Otro de los jugadores que habló ayer fue Toni Jiménez. El portero de La Garriga está satisfecho de la respuesta de todo el equipo, ante una temporada muy complicada. "Toda la plantilla, hasta los que no son veteranos, hemos aprendido una gran lección. Debemos saber concretar la faena, que sería dar una alegría a los aficionados", dijo.

"Debo aprender a definir mejor"

No todo fueron buenas caras ayer. Consciente de que tuvo los tres puntos en sus botas, Maxi Rodríguez se lamentaba de su mala suerte. Encaró a Toni Prats, disparó con intención y el cuerpo del portero bético y la mala suerte impidieron que La Fiera marcara su quinto gol esta temporada. "Sé que debo aprender a definir mejor. Cuando vi que la pelota no entraba no lo podía creer. Se fue por un pelo, de ahí mi desesperación. Pese a todo, cada día me estoy encontrando mejor. Mi aclimatación con el vestuario es cada día mayor, así que poco a poco voy cogiendo el nivel que tuve en Newell’s, aunque aún me falta un poquito para conseguirlo", explicó el centrocampista, que ha jugado todos los partidos de Liga como titular a excepción del encuentro ante el Valencia (1-1), en que Clemente lo reservó.