Piterman amenaza el milagro de Lucas

Será el duelo de Pepsi, sin galácticos ni Beckhams, pero con dos antagonistas desesperados que se la juegan. El humilde Lucas llega a la ciudad, y no sabemos si el sheriff Piterman tiembla mucho; motivos tendría: Lucas lleva siete partidos sin perder. Cuatro victorias, tres empates y el milagro, a un solo tiro de piedra.

Sí. No habrá más tiros que los necesarios porque Lucas es de los que los mata callando. El suyo es un equipo terrícola. Sin galaxias, estridencias ni espectáculos de última hora. Los shows los pone Dimitri: llegó hablando de Europas y ahora se atemoriza al hablar de descensos. A eso se le define con una palabra nada americana, muy andaluza. Tanto como Lucas. Se llama jindama.

Para quitarse la jindama, Dimitri apela a Javi Guerrero y Bodipo, Maradona y Van Basten de Mallorca. Y a Arzeno, porque no le quedan más centrales. Lucas contará con los mismos que fulminaron al Alavés, con Raúl Molina y sus nueve goles, con Lukahn, el portero del milagro. Aunque lo del Recre está por encima de estrellas y nombres, exceptuando uno: se llama Alcaraz, Lucas Alcaraz. Llega a la ciudad y sigue buscando la justicia de seguir en Primera.

Bodipo, amigo y verdugo

Lucas Alcaraz descubrió a Bodipo, le convirtió en goleador de Segunda División y, con ello, logró que fichara por el Racing de Santander. Técnico y delantero son amigos, pero hoy pueden comenzar a separar sus caminos, sobre todo si el que estará sobre el campo se encuentra tan acertado como anduvo en Mallorca, donde metió dos goles. De Bodipo, Lucas dijo que "ha evolucionado muchísimo".