Etoo rescata de la locura al Mallorca

Fue el partido perfecto para rodar una película, con guión de Tomás Guasch, y ésta es la sinopsis: dos goles en los primeros dos minutos y empate; otros dos en el resto de la primera parte y 1-3; una expulsión y un par de tantos más en la segunda y 3-3. El resultado inesperado, porque cuando parecía que iba a ganar el Racing pudo hacerlo el Mallorca, pero cuando el Mallorca iba a ganar la cosa acabó en el interruptus del empate. No se asusten, quedaron todos contentos. Es lo mínimo cuando se saca un punto de tal caos.

Lo de ayer en Son Moix parecía del Orsay. Llevaban 45 segundos y marcó Bodipo, tras orientar un pase prodigioso de Javi Guerrero. Empató Riera, de zurdazo imposible en asistencia de Pandiani, 45 segundos después. Faltaba todavía gente por entrar cuando cayó el tercero: Jugadón de Guerrero, penaltón de Niño y 1-2 de Javi. Ibagaza, recién llegado de una lesión, no le iba a la zaga al madrileño y de su magia desperdiciaron ocasiones Etoo y Pandiani. Pero Bodipo era Van Basten y Guerrero, Maradona. Otro pase medido, otro remate perfecto, 1-3 y a vestuarios.

Apareció Samuel. La locura le iba mejor al excéntrico Piterman. El traje le venía grande al tranquilo Manzano, que movió el banquillo y recibió una ayudita de Pablo Casar (sustituto ayer de Juanma), autoexpulsado al abortar con todo una andanada de Etoo. Lo de ayer era una catarsis, darle la vuelta a una realidad que también decía que el camerunés llevaba tres meses sin marcar. Llevaba. De una jugada de Riera sacó Samuel el 2-3, afortunado en el rechace. Pasaba el tiempo, aguantaba el Racing, pero la noche era de Etoo, como había sido de Bodipo en la primera parte, y con sólo diez minutos en la recámara, el camerunés aprovechaba otro barullo para igualar. Instantes después Samuel se enrollaba con el balón, para despreciar, solo ante Lemmens como la una, el papel de protagonista principal en este thriller. Ni siquiera él se esperaba el empate final.

EL DETALLE

Matabuena debutó de titular en Primera

El cántabro Matabuena tuvo un debut discreto como titular en Primera División y ayudó a Nafti en las labores destructivas del centro del campo. Más mala suerte tuvo Pablo Casar, que volvía a la titularidad en sustitución de Juanma y acabó expulsado.