Tiger se despereza y Olazábal apunta al título

En la penúltima ronda del Masters despertó Tiger Woods, con 66 golpes y seis "birdies" sin fallos, para atosigar al nuevo líder, el también estadounidense Jeff Maggert, ahora en cabeza con 211 impactos (5 bajo par), dos de los candidatos a un título también en el punto de mira de José María Olazábal.

Los aspirantes a la Chaqueta Verde han crecido en número tras el bajón del canadiense Mike Weir y el batacazo esperado de Darren Clarke.

Ante la perfección que exige el campo del Augusta National, el mejor colocado es Maggert, de 39 años y sólo dos triunfos en el circuito de la PGA estadounidense, el más relevante de ellos el logrado en el Mundial Match Play de 1999.

Maggert asentó su éxito en los 21 "putts" en 18 hoyos. Eso, tan difícil en golf, le llevó a firmar la mejor tarjeta del día con 66 golpes -igual que Tiger-, pero con 8 "birdies" estropeados con un doble "bogey" en el hoyo 11, que le privó de una tarjeta sencillamente espectacular.

El nuevo líder aventaja en dos golpes al segundo clasificado, el canadiense desfondado Mike Weir, y en tres al dúo compuesto por el fiyiano Vijay Singh y su compatriota David Toms.

Con todas las opciones figuran, a continuación, Tiger, para conseguir el récord de tres Chaquetas Verdes consecutivas (que sería la cuarta de su palmarés); el vasco Olazábal, en pos de su tercer título de maestros, y Phil Mickelson, el gran jugador zurdo todavía sin ganar un "Grande".

Un trío de lujo que acosará a Maggert, Singh, Weir y Toms para un torneo que demostró que sigue siendo especial y distinto al resto.

Tiger, un ciclón

El veterano estadounidense Maggert era, posiblemente, el hombre más feliz en Augusta. Sólo cuando fue preguntado en la conferencia de prensa por el acoso al que le puede someter Woods en la jornada final, el veterano jugador Maggert tartamudeó, se movió en su silla y se defendió al comentar que si evita el "rough" en las salidas, que está algo más crecido de lo normal, y desarrolla el mismo juego corto no tendrá "nada que temer".

Tiger, por su parte, ha salido como un ciclón de la maraña de aplazamientos y jornadas maratonianas que provocó la lluvia. El mejor del mundo acabó esta mañana la tercera jornada aplazada casi "grogui", pues coqueteó con el corte hasta poder superarlo por un solo golpe.

Pero Woods, de 27 años, se recuperó en la nueva puesta en acción tres horas después para borrar las dos primeras rondas casi sin "birdies" y un gran cúmulo de "bogeys", lo que puede dar nuevamente trabajo al sastre que debe confeccionar la Chaqueta Verde de 2003.

Olazábal, que está metido en la pelea, va a tener pesadillas con el "putt" y con el "driver", aunque demostró una vez más que ya puede venir al Masters en baja forma que siempre estará por las alturas. Su experiencia en Augusta y maestría con el resto de los palos de la bolsa le mantiene en la zona caliente.

El guipuzcoano falló "putts" de hasta metro y medio, para "birdie" en el hoyo 6, y de dos metros en el 8 para bajar su cuenta. Sólo el que embocó desde 5 metros en el hoyo 14 borró la sospecha, pero desde el "tee" sigue sufriendo e incluso figuraba al final de la tercera vuelta el último en porcentaje de calles atrapadas (5 de 14, un 36 por ciento) de los 49 jugadores supervivientes.

"Estoy ahí. Voy a luchar, pues el título está a la mano", aseguró Olazábal. "En este campo la inspiración y la experiencia son fundamentales y estoy muy motivado para atacar. No voy a salir a conservar el puesto", advirtió el campeón del Masters de Augusta en 1994 y 1999.

Sergio, sin opciones

El castellonense Sergio García terminó su tercer recorrido con 74 golpes (2 sobre par), con un doble "bogey" en el hoyo 18, un detalle más de su irregularidad que le dejan con 221 tiros (5 arriba) en el acumulado y sin opciones para el título en la jornada dominical.

García, como en las jornadas precedentes, fue capaz de lo mejor y de lo peor. Logró rachas sin fallos, seguidas por errores encadenados, pero sobretodo con poco acierto y seguridad con el "putt".

El "swing" de García está en reparación, como advirtió la víspera del comienzo del torneo su padre y entrenador Víctor. El de Borriol cometió dos errores y acertó para "birdie" en los primeros 9 hoyos, para rematar la vuelta con dos "bogeys" seguidos, tres "birdies" también en línea y un doble "bogey" final en el hoyo 18. Dientes de sierra para la tarjeta de un García que se aleja del grupo de los aspirantes al título.