El Pozo se cuela en la final con suficiencia

El Pozo disputará su segunda final consecutiva, cuarta en su historia, tras derrotar al Martorell con suficiencia, basando su juego en un completo trabajo defensivo para dejar el ataque en manos de sus bombarderos que, una vez más, marcaron las diferencias.

Un partido táctico manejado siempre por el cuadro murciano, que cerró su defensa como una cremallera para acelerar las acciones de un contrario que vive un profundo conflicto con su propia filosofía de juego.

Este Martorell ha perdido esa velocidad en la circulación que le convertían en un rival infrenable en los últimos metros. Ahora se cortocircuita con excesiva facilidad y su juego de ataque es espeso y sin profundidad ante defensas que presionan el balón.

El Pozo volvió a ser ese bloque que se mueve con armonía y que cuando crea una ocasión la convierte. Paulo Roberto llega y no falla, empujado por compañeros de la talla de Edesio y Lenisio capaces de inventar la teoría del regate en un baldosín. Así, Edesio ponía el 1-0 de un punterazo que levantó las astillas del parqué sin que Leandro se enterara. Y antes del descanso Paulo se encontró un balón suelto al borde del área que empotró contra la red. Martorell lo intentó todo, pero entre que Óscar Redondo a veces se cree que es Maradona y la contundencia defensiva murciana, que dejó en blanco incluso a Sergio, sólo ocurrió lo esperado, que Paulo aprovechara otro rechace para asegurar el triunfo a pesar del gol postrero de Luiz Claudio.