Sergio García se apaga

Sergio García despegó con velocidad en los primeros 18 hoyos del Masters de Augusta de golf, pero después se apagó en la inmediata reanudación de una segunda jornada inconclusa por falta de luz, que sirvió, no obstante, de plataforma para el ascenso hasta el liderato del canadiense Mike Weir.

Los golfistas zurdos reventaron el Masters en una jornada extenuante. Uno de ellos, Mike Weir, se detuvo en el hoyo 4, su duodécima bandera de la segunda vuelta, con 6 bajo par en el acumulado. Un "tarjetón" que le sitúa como el mejor ante las tremendas condiciones que presenta el campo, por su extrema longitud y la elevada humedad.

Tras el canadiense sigue firme el norirlandés Darren Clarke, quien a falta de 9 hoyos figura en la segunda plaza con 4 abajo, mientras que Tiger Woods, defensor del título, emergió en cierta medida para situarse a 8 golpes del liderato.

El estadounidense Phil Mickelson fue el otro zurdo que protagonizó una jornada proclive para los golfistas que ven el campo desde otro ángulo distinto a la mayoría. El de San Diego ascendió hasta la tercera plaza con 2 abajo, mientras que el aficionado de 22 años, su compatriota Ricky Barnes, se mantiene como la revelación del torneo en la cuarta plaza con 1 bajo par.

Barnes podrá siempre presumir que le sacó a su compañero de partido, Tiger Woods, la cifra de 7 golpes de ventaja en la primera ronda del Masters de 2003.

Estos cuatro hombres de vanguardia (Weir, Clarke, Mickelson y Barnes) han sido los únicos capaces de ganarle a Augusta y acabar bajo par.

Adiós de Ballesteros, Jiménez y Larrazabal

El campo está que devora de forma inmisericorde, y bajo esas fauces han pasado ya Severiano Ballesteros, Miguel Angel Jiménez y Alejandro Larrazabal, los tres fuera del corte.

García fue héroe y villano en un solo día, tras una jornada comprimida para albergar 36 hoyos. El castellonense firmó 69 impactos tras una espléndida primera ronda, pero terminó con el piloto encendido del combustible en reserva.

Al jugador castellonense le funcionó correctamente su "swing", ahora parcialmente recompuesto, durante 15 hoyos. En su decimosexta bandera llegó su primer error, y en la última el segundo para acabar, no obstante, con 69 tiros y en la segunda plaza.

Con ese "swing" en reparación, parecía excesivo que García aguantase sin vacilar una nueva puesta en acción sin descanso, y sin repasar los deberes en la cancha de prácticas.

El de Borriol volvió a firmar "bogey" en el hoyo 4, ya en la segunda vuelta, y se fue apagando como la luz para rematar con una serie de nefasta pronunciación en el golf (bogey, doble bogey y bogey) que le llevó hasta un preocupante vigésimo tercer puesto con 2 arriba.

Con García trémulo, el pabellón español lo iba a salvar José María Olazábal, un jugador que renace y se crece en Augusta. El guipuzcoano es noveno a 7 golpes de Weir, después de una primera ronda con 73 tiros (1 arriba) y par a falta de tres hoyos para terminar la segunda vuelta.

"Me deja mal sabor de boca el último 'bogey' que he hecho. Me he defendido bien en un campo extremadamente largo, que obliga a usar hierros demasiado largos para alcanzar en condiciones estos 'greenes' tan estrechos", comentó el doble campeón del Masters.

Olazábal jugó de forma más que correcta con el "driver", pero no anduvo tan fino ni con el "putt" ni con una de sus mejores cualidades: el manejo de los hierros.

El peor Tiger de Augusta

Tiger Woods, en la búsqueda de su tercera Chaqueta Verde consecutiva, se estrelló en los primeros 18 hoyos con 76 golpes, su peor registro como profesional en el Masters de Augusta y su peor inicio en un torneo desde los también 76 que marcó en el Western Open de 1998.

Tiger, por fin, hizo su primer "birdie" en el vigésimo segundo hoyo del día. En ese instante levantó el vuelo y agarró carrerilla para anotarse enseguida dos "birdies" más, pero un nuevo error casi antes de terminar le llenaron la cabeza de dudas.

Fuera quedaron Severiano Ballesteros, lastrado por sus 85 golpes de la segunda ronda -su peor anotación tras jugar 27 Masters consecutivos-, el malagueño Miguel Angel Jiménez, que falla su tercer corte en el Masters y se complica su retorno a Augusta, y el debutante y aficionado Alejandro Larrazábal, en los puestos de cola.

La asfixiante jornada deja también en el alero el futuro de los argentinos Angel Cabrera y Eduardo Romero. Cabrera es trigésimo segundo con 3 sobre par en el global, que de momento le meten en el corte, mientras que "El Gato" Romero estropeó su trayectoria y bordea el corte con más 6.