Italia fue mejor

España perdió ante Italia su primer partido desde que existe la Copa de Europa y se va a casa. Y se va con justicia porque Italia aprovechó sus ocasiones para ganar el encuentro ante un contrario más docto tácticamente pero sin ideas en ataque.

Un partido de fútbol sala depende siempre del marcador, de que uno u otro abra el melón. Y España se ha olvidado el cuchillo en casa para este Europeo. Los que trajeron, Daniel y Joan, han llegado sin afilar y el equipo ha sufrido esa carencia de forma grave durante todo el torneo. Ése ha sido el pesado lastre que hemos cargado en todo el torneo.

Los italianos, perdón, italobrasileños, jugaron con cabeza y aprovecharon sus bazas para superar a un contrario que tuvo más tiempo la pelota y que creó más ocasiones de gol, pero que falló más de la cuenta.

La primera mitad fue equilibrada. Una partida de ajedrez en la que España siempre hacía el primer movimiento, pero recibía respuesta italiana. Ninguno de los dos quiso arriesgar nada, a la espera de encontrarse con un error del contrario para romper el equilibrio existente sobre la pista.

Las llegadas a las porterías eran escasas, con cuentagotas, aunque los italianos las fiaban más a la creatividad individual de sus hombres, mientras que los españoles combinaban en equipo a base de circulaciones constantes.

Nadie movía un músculo en la grada. Todos se mantenían tensos a la espera de una posible incidencia que llegó en una buena jugada de estrategia italiana a los 17 minutos. Un saque de banda y balón al primer poste por donde apareció una centella, Foglia, para adelantarse a la defensa y poner el 1-0. España no se inmutó, pero Italia ganó enteros como bloque, especialmente en defensa para aguantar hasta el descanso.

El segundo tiempo empezó bien para los nuestros, que en el primer minuto tuvieron dos claras ocasiones de empatar pero, una vez más y era la mil en este torneo, Daniel la mandó al limbo y Joan tiró contra el muñeco. Una mala selección de tiro que a la larga se ha pagado demasiado caro.

Y volvió a aparecer Foglia para hacer un reverso en posición de pívot y provocar la locura en el pabellón con el 2-0. Quedaban ocho minutos. Mucho tiempo. Y España se fue a por el partido, pero volvió a aparecer la carencia en el remate hasta que Moratelli tuvo que marcar en propia puerta. Aún quedaban cinco minutos, pero no era nuestro campeonato y los italianos mantuvieron el tipo para levantar los brazos por tumbar al gran ogro continental.