"Marcó es un gran actor: me echó casi llorando"

Estoy en Turín, donde parece que sí que quieren que juegue al fútbol.

Es increíble que el club piense que no se equivoco. Pienso que en el mundo existen cosas realmente muy malas, pero en el fútbol suceden cosas aún más increíbles. Después de mi salida me enteré de que Juande Ramos fue despedido.

Después de tres semanas en el club pregunté: "¿Por qué no cerramos el contrato?". Los de imagen los tenía firmados, pero no el importante, el que me ligaba con la entidad. Siempre insistí en esto, pero nadie me daba respuestas. Tengo un abogado que luchará contra el Espanyol por todo lo que sucedió. Quiero que quede claro que el dinero no lo es todo. Eso apenas me importa. El Espanyol estuvo cerca de acabar con mi carrera. Un club no puede tratar a nadie de esa manera, ni si quiera a un juvenil. Y menos a un jugador internacional.

Mi abogado tiene cerca de cien faxes, documentos, contratos recopilados en un dossier. Está seguro de que ganaremos el caso. Además, el Arsenal no se quedará con los brazos cruzados y esta preparando, ante la FIFA, que se le paguen el millón de euros que le debe el Espanyol.

Casi ni me acuerdo. Fue en enero de 2002. Viví de cerca los problemas financieros de la Fiorentina. Luego, al recalar en el Espanyol, volví a verme en la misma situación. Después de todo, pensaba que el Arsenal me pagaría algo, pero me dijeron que nada de nada. Que yo era jugador blanquiazul y que debía arreglarme con ellos.

No se puede creer lo que me dijo el último día. Es un gran actor. Hizo un teatrillo y vino casi llorando. Comentó que rescindir el contrato no era decisión suya y que confiaba en mí como portero. Me dijo que no era una cuestión de calidad. Que con el dinero que se ahorraban conmigo lo invertirían en un nuevo atacante. Lo que me pregunté era claro: ¿Si querían un delantero, para que me trajeron a mí?

Bueno, ahí no entro yo.

¿Se ha ido? ¿Es una broma, no? Pienso que es excelente portero. Me gustó luchar con él por la titularidad. Fue una bonita experiencia, de la que aprendimos mucho. No entiendo por que no lo han utilizado más. Todo es muy extraño. ¿Quién está ahora?

Jugamos ocho amistosos. Compartí la titularidad con Alfredo. Reconozco que alguno de los goles que encaje fueron culpa mía. Posiblemente uno o dos, pero había que pensar que era mi primer mes en Barcelona, al igual que medio equipo. Por ese motivo no había ninguna razón para cuestionar mis habilidades. Ahora me toca luchar contra las críticas que decían que no era bueno. No sé que es lo que pasará, pero seguro que el Espanyol oirá hablar de mí en el juicio. ¿Quién está ahora?

Entonces, el equipo ha tenido cinco porteros esta temporada, ¿no? ¡Es una locura! La verdad es que Toni hizo un partidazo ante el Madrid. Lo vi por televisión y fue realmente muy bueno.

Siempre me dio la impresión que el Espanyol nunca tuvo el dinero para pagar mi traspaso y mi ficha. Vine porque vi una buena oportunidad. Tuve opciones en Escocia, Italia, Alemania e Inglaterra. Pero las palabras de Marcó me convencieron. Tenía mucha confianza en él y me fié. Desde marzo de 2002, el Espanyol se interesó por mí. Llamaban a mis agentes cada semana. Algún día, alguien, no se quién, se levantó con el pie izquierdo y me dio puerta.

A los dirigentes sí, pero al equipo, no. Hay muy buena gente. Me ayudaron en todo momento. Compartí habitación con Ángel Morales, un chico fantástico. Les pregunté a los capitanes si cobraban con regularidad y me dijeron que no. Que era un gran lío. Esto acabará en los tribunales.