Brasileños en el Europeo

Para empezar, tropezón en el Europeo de fútbol sala. No ha de preocupar en exceso. Croacia perdió el primer partido del Mundial de balonmano y luego fue campeona. Los primeros partidos de una gran competición suelen mostrar desajustes en las grandes selecciones, que ensayan sistemas o prueban jugadores. Nuestro rival en este Europeo no es Portugal. Lo será quizá Italia, que ha nacionalizado a nueve brasileños. Todos serán hijos, nietos, bisnietos, tataranietos de italianos, se habrán casado al menos con italianas, tendrán todos los papeles en regla, pero nueve son una barbaridad.

Mas ese detalle no debe arredrarnos. ¿No ganamos a Brasil la final del último Mundial? Y enfrente no había sólo nueve brasileños, sino que estaba la mejor selección de todos los brasileños, que se cuentan por millones. A ver si ahora nueve brasileños que han encontrado antepasados italianos nos van a meter miedo. En esto del fútbol sala, pese a lo de ayer, quienes metemos miedo somos nosotros, y así lo reconoció Grana, uno de los nacionalizados por Italia, que hace quince días, cuando fichó por el Localia Móstoles, dijo que no se imaginaba que el fútbol sala aquí pudiera ser tan competitivo.

Y es que los brasileños ponen la fantasía, pero la táctica, la disciplina, todo eso que siempre hemos envidiado de los alemanes, lo pone la selección de Javier Lozano, un técnico que está a la altura de los mejores del mundo en cualquier deporte. Con él ya hemos sido campeones mundiales y europeos. Casi como con Jané en waterpolo, que ha conquistado los títulos olímpico y mundial. ¡Caramba! Se unen el cuarto puesto de España en el Mundial de balonmano y el quinto en el de baloncesto, y sale un palmarés que firmaría cualquier otro país. Italia, desde luego. Por eso ahora van a ir a por nosotros.