Sainz se aleja del cajón pero está en los puntos

Carlos Sainz se ha aupado hasta la posición de consolación en el Rally de Suecia, el octavo puesto que da acceso a los puntos. Menos da una piedra. El madrileño remontó ayer cuatro posiciones desde la duodécima plaza, aunque prácticamente ha perdido toda opción a subirse en la cita nórdica a un podio en el que siempre había finalizado. Esos tres escalones están copados por Marcus Gronholm, Tommi Makinen y Richard Burns.

La jornada se iniciaba con la temible especial de Granberget, de más de cuarenta kilómetros, la misma en la que Sainz hizo un trompo a 150 kilómetros por hora en la primera etapa. En la segunda, tampoco fue su terreno y se le caló el coche en la salida. Eso debió desconcentrar a Marc Martí, que no recuperó el ritmo. Entre pitos y flautas, perdían medio minuto.

En la siguiente especial se produjo un vuelco protagonizado por Juusi Pykalisto. Harri Rovanpera, que partía tras él, no le pudo evitar, y chocó, retirándose también. Ambos fueron evacuados al hospital más cercano y allí se comprobó que no tenían lesiones de gravedad.

El tramo se neutralizó, pero esta vez no se cancelaron los tiempos de los que ya habían pasado, como se hizo el viernes después de que cinco pilotos se jugaran el físico. La organización decidió dar a tres pilotos el mejor registro marcado por Sainz (Gronholm, Makinen y Burns), y a los demás el peor, obra de Armin Schwarz y tres segundos más lento que el del español. ¿Alguien puede entenderlo? Los pilotos no y claman por una aplicación del reglamento más justa.

El caso es que el madrileño acabó octavo la segunda jornada y aún tiene a tiro tres posiciones más, aunque para ello deberá recuperar el ritmo, como Colin McRae, que ya es quinto tras partir decimotercero. Por delante, el podio queda lejos, con Gronholm separado de Makinen por 38 segundos y éste, a su vez, por 22 de Burns. Hoy habrá batalla entre ellos. Veremos qué depara esta última etapa.