Rosado le saca los colores a Piterman

Piterman sólo se salió con la suya a medias. El presidente-entrenador-fotógrafo (ayer, y quién sabe si también en Valladolid) motivó con música a sus jugadores, dirigió el calentamiento y se sentó en el banquillo (el suyo, que no el del Racing) convencido de que su espiral victoriosa continuaría en el terreno de juego. Pero no. Su revolucionario 4-2-4 y, seguramente, la locura que ha vivido esta semana el Racing, desquiciaron a los jugadores cántabros, un chollo de rival que cayó como naipes ante un Osasuna de Aguirre que sólo fue discreto y eso le bastó y le sobró.

Y eso que comenzó con fuerza este 4-2-4. Todavía retumbaba en el oído de los racinguistas la música del vestuario cuando Regueiro falló las dos ocasiones más claras de su equipo, las únicas antes de la debacle. Un espejismo que no hizo sino despertar a Osasuna y darse cuenta de lo que tenía delante. Este sistema "para que corran poco los delanteros", en palabras de Chuchi Cos, significa hacerse el hara-kiri con el contragolpe rival, y un auténtico suicidio colectivo en las jugadas a balón parado, con cuatro racinguistas fuera del área, sin defender un pimiento. Así precisamente llegó el primer gol de Osasuna, que ya había avisado con una jugada de Aloisi. Centró Mateo, tocó Rivero y remachó Rosado, el héroe del partido. El 4-2-4 de marras, al descubierto.

Empató el Racing, pero porque Sanzol cometió la pifia de la tarde y le dejó el balón muerto a Juanma en una falta de Munitis, sonrió Piterman en su banquillo, pero la justicia volvió a aparecer en el descuento del primer tiempo. Fue Rivero, en otra jugada de Rosado, el que puso el 2-1.

Y el partido cuesta abajo. Piterman hacía rica a Telefónica, echaba el resto con tres delanteros centro y se hundía poco a poco en su poltrona. Llegó el 3-1 y un rosario de ocasiones de Osasuna que pudieron sacarle los colores al Racing y al ucranio, como se los sacaba la afición rojilla. "Ni p... idea, no tienes ni p... idea", la cantaban a Piterman mientras sus Piterboys pedían el final, por favor. Y allí se quedó, solo en el banquillo con su 4-2-4 fracasado en este primer round.