Setién y Preciado se van con indemnización

Se ha logrado el máximo interés económico para las dos partes". Con esta frase anunciaba Dimitri Piterman la rescisión definitiva del contrato de Setién, Preciado y sus ayudantes, Raúl Ruiz y Luis Felipe Lucio. Una reunión de cuatro horas en las oficinas de El Sardinero puso fin a la polémica suscitada la noche antes con una inesperada nota de Prensa del Consejo de Administración racinguista, en las que se denegaba la dimisión a Setién y se obligaba a Preciado a seguir como técnico en las categorías inferiores. En el aire flotaba, como así se confirmó, una maniobra para no tener que indemnizar al cuadro técnico saliente.

La pantomima continuó en la mañana de ayer, cuando Raúl Ruiz, segundo de Preciado, y Luis Felipe Lucio, preparador físico (cuyas dimisiones sí habían sido aceptadas por el Consejo), fueron obligados a ponerse los atuendos de entrenamiento y bajar al campo si no querían irse del club sin compensación económica. Ruiz definió la situación de una clarificadora manera: "Faltaban matices y habíamos llegado a un acuerdo verbal, pero las palabras se las lleva el viento".

Finalmente, a las tres y media de la tarde, los cuatro protagonistas salían con la rescisión bajo el brazo. Setién no ocultaba el susto del día anterior: "El comunicado del club fue sorprendente. Quizá ellos querían que nosotros quedáramos como los que nos hemos ido, y en realidad ha sido así; y por eso hicieron ese formulismo".

Ni Setién ni Preciado quisieron aludir al tema económico, pero sí reconocieron que Piterman les había ofrecido quedarse. "Querían que me quedara como técnico de las categorías inferiores, pero esa no era la opción válida. Al final, se ha producido la rescisión de contrato que habíamos pactado. Teníamos otro proyecto", dijo Preciado.