La pregunta del millón

Primera pregunta: ¿Sigue siendo Carlos Sainz un piloto competitivo en el Mundial de rallys? Indiscutiblemente, sí. Por talento, experiencia, profesionalidad y pundonor, el madrileño se mantiene como uno de los aspirantes permanentes a la victoria de cualquier prueba, a pesar de superar las barreras de los 40 (años) y de los miles (millones de las viejas pesetas).

Segunda pregunta: ¿Es el Xsara un coche vencedor? Si no lo es lo será, seguro. Una marca como Citroën no está en la competición para hacer bulto. Se juega su prestigio deportivo, que redunda en el comercial... y a fin de cuentas es de lo que se trata, de vender coches. Además, añadamos el acicate de la pelea con sus primos del Grupo PSA, los hasta ahora intratables Peugeot. O sea, que la cosa va muy en serio y su nómina de pilotos lo refrenda.

Tercera pregunta: ¿Ganará Sainz su tercer título? La última cuestión es la del millón, la más importante y la de respuesta más incierta. Lo lógico, con todo lo dicho hasta aquí, sería pensar que sí; sin embargo, personalmente tengo dudas de que vaya a ser así. No podría decirles exactamente por qué: una sensación, un pálpito, una intuición... No sé, pero el infortunio repetido de Sainz nos ha hecho perder a muchos la fe y la ilusión. Y también les aseguro que me encantaría equivocarme. Hablamos a final de año.