"Serrano me regaló una foto de Tamudo"

El último partido que jugó ante el Espanyol fue la final de la Copa del Rey de Valencia. Todo el mundo sabe lo que sucedió. ¿Con qué recuerdo se queda?

Con los aficionados del Espanyol. Me aplaudieron cuando acabó el partido y eso nunca lo olvidaré.

¿Se arrepiente de la salida que tuvo del club?

El arrepentimiento no es la mejor definición. Mejor diría que si ahora me encontrara en aquella situación, no me movería de Montjuïc. Pero soy un privilegiado, no me gusta cuando me dicen que he fracasado. Otra cosa es que no triunfara en el Atlético.

¿Qué tal ha visto el vestuario?

Bien. Normal.

¿Y sus relaciones con Raúl Tamudo, después de que le birlara la pelota para marcar el primer gol del equipo en la Copa?

Lo arreglamos hace tiempo. Primero, por teléfono. Luego nos sentamos a charlar, que es como se entiende la gente. Además, en el Elche, en la cena de Navidad, Manolo Serrano me regaló por sorpresa una foto de él. En ésta venía escrito ¿Somos amigos?. Me reí mucho.

¿Cree en Clemente?

Es un hombre eficaz y práctico. Sabe lo que quiere. Está acostumbrado a este tipo de presión y sacará al equipo de la zona complicada. Da mucha tranquilidad. Está muy seguro de sí mismo y eso ha calmado mucho al grupo.

¿Se ve titular ante el Deportivo?

No lo sé. Nadie me ha dicho nada. Es cuestión de entrenar duro los días que restan. La verdad es que me haría ilusión jugar, pero hay que ser paciente.

¿El momento por el que atraviesan le recuerda alguna etapa pasada?

Sí. Es muy parecida a la de la temporada 1996-97, cuando fuimos a Alicante a jugarnos la vida ante el Hércules. Ganamos con un gol de Tamudo. Recuerdo que fue una temporada muy complicada. Personalmente me rompí el dedo, pero salvamos la categoría.

Después de unos días en Barcelona y con todo más que firmado, ¿Cómo se siente?

Feliz. Muy contento. Hacía tiempo que no me encontraba tan bien. Sólo me falta que mi padre y mi suegro estuvieran a mi lado. Sería maravilloso. Disfrutarían. Eran dos personajes muy futboleros que sabían apreciar donde había calidad.

Antes de regresar, ¿entendía ver al Espanyol tan abajo?

No podía entender que el equipo estuviera tan abajo. En el fútbol actual las dinámicas son muy importantes. Jugador por jugador, el Espanyol es muy superior a otras. La gente debe tener mucha confianza, al igual que la tenemos nosotros.

Se aproxima un calendario muy complicado.

Es cierto. La suerte que tenemos ahora es que tres de los cuatro partidos en casa (Deportivo, Madrid y Barça). La Real Sociedad, el líder, está muy fuerte en la suya, aunque no descartamos dar la sorpresa. Si conseguimos sacar nueve de los doce puntos en juego estaremos fuera de la zona de descenso. Esa sería una buena noticia para la grada, que lleva mucho tiempo sufriendo. Pese a todo, pienso que sólo vale el presente.

¿Qué le dejó el Atlético de Madrid?

Sí. No tengo ninguna queja. Deportivamente no me fue bien, pero guardo un buen recuerdo de la institución.

¿Incluso de Jesús Gil?

Es un hombre que siempre me ha tenido mucho aprecio. Me siento querido por él. Eso me gusta.

¿En qué campo tiene ganas de jugar de nuevo en Primera?

En Montjuïc, evidentemente. También en el Calderón. Ese día iré a tope. Recuerdo los partidos ante el Sevilla, cuando el equipo ya estaba descendido. Me tiraron huevos y de todo desde la grada.

¿Qué recuerdos tiene de su pasado en el Espanyol?

Pasamos épocas muy buenas con Camacho y Flores. Con el primero pasamos 22 jornadas invictos. Fue un éxito. La alegría del vestuario sólo fue comparable a la que posteriormente hubo con Paco. El vestuario estaba cargado de alegría y con ganas de hacer bien las cosas.

¿Con qué compañero le gustaría coincidir de nuevo?

¡Hombre, con muchos! Aunque tengo una cierta devoción por Mauricio Pochettino.

Como españolista. ¿Le ilusiona la construcción del nuevo estadio?

Creo que me sentiré muy bien. Habré jugado en los tres campos de mi equipo. Sería un orgullo poder hacerlo.