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Entrevista Dimitri Piterman

"La mayoría de mis colegas son unos impresentables"

Dimitri Piterman es único, o al menos así piensa él de sí mismo. Ha entrado en el fútbol español haciendo ruido, hablando de Champions, de Copas, de Ligas... de palabras tabú para cualquier otro club modesto. Ahora se atreve a desnudar sus entrañas sin tapujos, y muy pocos se salvan de la quema. Apenas Florentino Pérez y su Real Madrid. Escuchen a este americano recién instalado en la corte del Racing de Santander

El ucranio no se calla ni una

¿Cómo le sentó estrenarse con derrota ante el Racing?

—No muy bien, como comprenderá. Pudimos ganar, pero perdimos como más duele: en el último minuto. Cosas del fútbol.

¿Se ve bien el fútbol desde el palco? Lo digo porque en Palamós usted, siendo presidente como era, se sentaba en el banquillo.

—Pues se siente uno mucho más incómodo, más intranquilo que a pie de campo. Da cierta impotencia ver cosas que no te gustan y no mantener un contacto directo con los jugadores para corregir cosas que sólo se pueden corregir estando en el banquillo. Además, se equivoca: en Palamós yo era presidente y uno de los entrenadores del equipo.

Ya. ¿Qué cosas hay que corregir en este Racing, según pudo ver?

—Detalles, pero detalles importantes, esos que te dan la victoria como nos dieron la derrota contra el Betis. Pero prefiero reunirme con los técnicos antes de decirlos públicamente. No estaría bien desvelarlos antes, no sería político, como comprenderá.

O sea, que sigue pensando en ponerse las botas de tacos y entrenar al Racing.

—Bueno, eso habrá que hablarlo antes. Lo que está claro es que me voy a poner a trabajar en el aspecto deportivo desde ya. Hay cosas que sólo se pueden solucionar estando en el campo, con los jugadores.

El Racing está a dos puntos del descenso. ¿Mira para abajo con recelo o sigue pensando en la Champions? Fue su mensaje cuando llegó.

—La Champions está difícil, pero estoy seguro que aún hay tiempo de clasificarse para la UEFA. Soy todo menos un conformista y con los jugadores que hay, debemos aspirar por lo menos a ir a Europa.

Los que le oyen hablar le comparan con presidentes como Jesús Gil o como Manuel Ruiz de Lopera.

—No me gusta nada que hagan eso. Para empezar, yo no tengo ninguna querella en contra mía. No quiero que hablen de mí como de Gil, porque me parece un maleducado. Compararme con él es como si se compara a Gandhi con Adolf Hitler, una barbaridad.

Bueno... Lo decía por lo de meterse en las alineaciones y eso.

—Pues tampoco. Ni Gil ni Lopera saben de fútbol ni han entrenado a ningún equipo, como yo. He sido deportista de élite (Piterman fue saltador de longitud y estuvo a punto de acudir a Barcelona 92. Precisamente, fue a entrenarse a Santander) y sé de lo que hablo. Ellos no tienen ni idea.

Gil y Lopera nunca han hablado de ponerse un sueldo, como usted.

—Yo no lo he decidido todavía, pero si quiero dedicarme por entero al Racing y dejar mis empresas, de algo tendré que vivir. Ahora, con mis negocios vivo muy bien, pero, ¿y si me dedico full time a este club? Ése es uno de los problemas de esta Liga, que los presidentes no se ponen un sueldo y... pasan demasiadas cosas raras.

No está usted hablando muy bien del fútbol español.

—Hay muchas cosas que cambiar en el fútbol español, porque me conozco otras Ligas en profundidad, otros campeonatos superprofesionalizados, y no funcionan para nada así.

¿Qué cambiaría?

—Uffff... Muchos presidentes, la mayoría, son unos fantasmas, hacen cosas que no se pueden hacer. Sobran representantes, la mayoría de ellos son inútiles. En este fútbol falta transparencia, que las oficinas estén abiertas y las vea la gente. Traspasos, fichajes, todo es demasiado oscuro. Falta, sobre todo, mucha más transparencia en los dirigentes. Sí, la mayoría son unos impresentables.

Alguno se salvará.

—Pocos.

¿Quién?

—Pues admiro al Real Madrid, a su presidente, Florentino Pérez, que sabe aprovechar al máximo los recursos económicos para hacer un equipo en el que hasta los suplentes son estrellas de talla mundial. Es increíble, un modelo de gestión empresarial. Se trata del club con más posibilidades, del mejor del mundo, pero tiene mucho mérito lo que está logrando Florentino. Zidane, Ronaldo, Figo...

Parece como si le diera algo de envidia. Como si le picara ser presidente del Real Madrid.

—Claro. A mí, como a todo el mundo, me encantaría ser presidente del Real Madrid.

¿Y?

—Que me siento muy orgulloso de ser presidente del Racing de Santander, un club con mucha historia y también con muchísimas posibilidades, más de las que usted cree.

¿Tantas como el Madrid?

—No aspiro a hacer fichajes de esa talla, porque sé que no podemos permitírnoslo, pero sí a que podamos competir con el Real Madrid en el campo. De hecho, somos el único equipo este año que ha logrado batir al Madrid. Es la grandeza del fútbol por encima de otros deportes: un equipo con 100 millones de presupuesto puede ganar a uno que tiene 30.000.