El retraso de Ronaldo sacó de quicio a Kahn

Ronaldo se comportó como un perfecto informal por llegar tarde, muy tarde, a la cita con la Prensa de todo el mundo el martes. Estaba previsto que el Balón de Oro y el FIFA World Player iniciase su comparecencia mediática junto a Zidane y Kahn a las cinco de la tarde del martes. Pero Ronie llegó con 51 minutos de retraso...

Oliver Kahn, en su ácida línea habitual cada vez que se le cruza el Real Madrid por medio, fue más irrespetuoso todavía al dejar tirado el martes al campeón de Europa y ensuciar el prestigio del Bayern Múnich, un club que empieza a estar cansado de las tropelías y actos de indisciplina de su extraordinario portero.

Kahn esperó hasta casi las ocho de la tarde para comunicar al Madrid, concretamente a Butragueño, que no iba a jugar el partido por estar "ligeramente lesionado". El lunes había disputado en Alemania un partido benéfico para recaudar fondos para los damnificados por las inundaciones del verano en Sajonia, y adujo que tenía molestias musculares. Falso.

Kahn tenía un cabreo de mil demonios por la informalidad de Ronaldo al tenerle esperando casi una hora ante una legión de periodistas de los cinco continentes. Se sintió menospreciado y desde su móvil hizo las llamadas oportunas para preparar y planificar su espantá. Pero no dio pistas a ninguno de los presentes para que su venganza se sirviera fría, como es preciso.

En vez de avisar al Madrid de su presunto percance físico (llegó a la capital antes de la hora de comer), esperó a que se acercara la Gala FIFA para decir que era baja para el partido del Centenario. Los diez minutos que se había retrasado Zinedine Zidane tampoco le hicieron gracia, pero entendió que se podían tratar de una consecuencia del tráfico y aceptó las disculpas que Ronie nunca llegó a darle.

Su dulce venganza surtió efecto. No había tiempo para buscar otro. Bueno sí. Bizarri...