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Yo digo Andoni Cedrún

"Esa noche supe que Raúl sería el mejor"

Hoy se cumplen ocho años desde que un niño de 17, Raúl González, debutó en La Romareda en un partido en el que Valdano le dio la alternativa para sentar a un mito viviente... Emilio Butragueño. Cedrún fue el portero del debut del Buitre... y del propio Raúl.

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"Esa noche supe que Raúl sería el mejor"
Javier Belver

Curiosa su trayectoria. Fue el portero ante el que debutaron los dos últimos iconos del madridismo: Butragueño y Raúl.

No me hable. Después de lo del Buitre en Cádiz tuve que aguantar el pitorreo del vestuario del Zaragoza cuando se supo que Raúl iba a debutar ante nosotros.

¿Le conocían de algo?

Qué va. La prensa de Madrid escribió toda la semana de él, pero sólo sabíamos que debía ser un jugador rápido y escurridizo por lo delgadito que se le veía.

No se me escape. Recuérdeme de nuevo lo de las bromas...

En aquel Zaragoza había buen rollo y mucho nivel. Chucho (Solana), Belsué y Poyet siempre estaban de coña. El día del partido me pusieron en mi taquilla de La Romareda una foto de Raúl en la que escribieron: "A éste también le harás hoy internacional". Pero yo me reí el último. El chaval hizo un partidazo... pero no me pudo hacer un solo gol.

¿No será por falta de oportunidades?

¡Ufff! Fue tremendo. El chico estaba en todas. Me dio mucha lata. Desde el pitido inicial, en el que se quedó solo, pero me libré porque le pitaron fuera de juego.

Después le dejó sentado y casi le marca a puerta vacía.

Sí. Se desmarcó como una flecha, con la zurda me hizo un regate increíble y con la derecha envió el balón por encima del larguero. Si marca ese gol creo que esa noche se infla.

Luego le sacó varias manos.

Sí, se quedó solo tres o cuatro veces y le saqué tres balones de gol. Un cabezazo suyo lo rocé y fue al larguero. Es lo único que le faltó esa noche a Raúl. Me acuerdo que en el descanso Víctor Fernández tuvo que reajustar la defensa porque el chico nos estaba haciendo trizas con sus desmarques. ¡Qué velocidad!

¿Le pareció tan bueno como Butragueño?

Mejor todavía. El Buitre me marcó dos goles porque demostró ser un oportunista de enorme talento y estuvo muy vivo en Cádiz. Pero Raúl jugó como si tuviera 27 años, no 17. Ya se le veía que iba a ser un líder. Esa mirada de fiera que tiene en el área, esa concentración máxima, esa velocidad para improvisar en los metros de la verdad. A mí me impresionó, sinceramente.

¿Qué comentaron entre ustedes en el vestuario tras el partido?

Me acuerdo que tras la ducha vacilé con los colegas recordándoles que "tendrá que esperar para ser internacional", pero después llegamos todos a un acuerdo: "Este Raulito va a triunfar". Para mí Raúl no es como los casos de Morales, Dani, Zárate o Meca...

Por cierto, seguro que alguna vez habrán hablado personalmente de aquel debut.

Sí, fue tres años después. Coincidimos en una campaña publicitaria en el hotel Bahía del Duque, de Tenerife, y ambos íbamos con las mujeres. Yo acababa de retirarme del fútbol y él había tenido algún problema, pero tuvo el valor de dar una rueda de prensa para anunciar que iba a cambiar para ser el crack que ahora es. Hablamos de la vida y me demostró que es un tipo con buena cabeza.

Por cierto, su padre fue otro portero ilustre, Carmelo, que le habrá contado historias de los Madrid-Athletic.

Sí, me habló mucho de aquel gol que llamaron la "diana imposible de Marsal". Me recuerda que Marsal se regateó a todos hasta marcarle por bajo.

¿Qué le cuenta de aquel Madrid glorioso de los 50?

Que Don Alfredo Di Stéfano era el mejor del mundo, con diferencia...

¿Le conoce?

Sí, en la comunión de mi hermano mayor estaba Di Stéfano y me dijo, cuando tenía seis añitos: ‘Pibe, hazte delantero, que de portero serás un desgraciado’. Debí hacerle caso...