Buenas y malas noticias en el entorno del fichaje estrella para la temporada 2002-2003, Maxi Rodríguez. El joven volante argentino recibió ayer una gran nueva al enterarse, a través de AS, de que por fin es jugador del Espanyol a todos los efectos. Ayer, Newells Old Boys (su club de procedencia) envió el tránsfer definitivo de La Fiera a la Federación Española que le permite, desde ya mismo, sentirse espanyolista de pies a cabeza.
En estos instantes, Maxi se encuentra en Buenos Aires ultimando, con tranquilidad, los detalles de su viaje a Barcelona junto a su inseparable madre Claudia Rodríguez. Pero esa calma con la que está viviendo Maxi sus últimos días en Argentina, parece que no la tendrá la directiva del Espanyol, su nuevo propietario. El club, en un principio, se hizo con el jugador pagando unos 6 millones de euros a Newells, de los cuales la mitad sería abonada por un grupo de empresarios. El Espanyol depositó un aval en la RFEF de tres millones de euros y, hasta aquí, todo estaba en regla. Pero lo que no se esperaba la directiva perica es que estos empresarios se echarían atrás en su compra del 50 por ciento de los derechos del jugador. Y lo han hecho. Ahora el Espanyol deberá afrontar el pago de Maxi él solo. Un contratiempo, sin duda.
