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Primera | Osasuna

"Me he visto como un delincuente"

A Miranda le imputan cinco delitos por su incidente con un policía. La socia a la que defendió dice: "Su actitud fue intachable. No tocó a nadie, aunque a él sí le empujaron".

<b>EXPLICACIONES</B>. Javier Miranda se presentó ante la Prensa (izda. a dcha.) con su abogado, la socia implicada Aitziber Masterra y su hermana Gema.
mikel saiz

Javier Miranda, presidente de Osasuna, tendrá que hacer frente a cinco acusaciones por atentado contra la autoridad, resistencia, desobediencia, injurias y desórdenes públicos después del incidente que tuvo con la Policía momentos antes del partido frente a la Real. Estas faltas están penadas con entre uno y cuatro años de prisión, según informó ayer el abogado Eduardo Ruiz de Erenchun, que confía en que el caso quede archivado tras el juicio.

Ayer, Miranda compareció en rueda de prensa junto con Aitziber Maisterra, la socia implicada en el conflicto, para explicar su versión de los hechos. Aitziber, según relató, acudió al estadio de El Sadar junto a su hermana y su novio para ver el encuentro. Al intentar acceder al estadio, la joven pamplonesa, se vio envuelta en un incidente: "Cuando íbamos a entrar, me paró un guardia jurado para cachearme. Era hombre y me dio asco. Yo tenía claro que a mí no me cacheaba y subí las escaleras para acceder a mi localidad. Cuando estaba llegando arriba, un policía nacional me agarró y me tiró contra la valla. Me dijo que me iba a detener. Nos empezaron a empujar. A mí me quitaron el carnet de socia y nos echaron de estadio".

Ante este hecho, fueron a buscar a personal del club para pedirle ayuda. "Encontramos a Miranda y fuimos con él al lugar donde sucedió todo. Yo me hubiera dejado cachear por una mujer, pero no por un hombre. La actitud de los agentes fue muy agresiva y Miranda no hizo absolutamente nada. La gente empezó a corear cantos contra la Policía. Miranda se cansó y nos dijo que nos íbamos con él al palco y así fue".

El presidente explicó que dio por zanjado el tema entonces, pero cuando ya por la noche descansaba en su domicilio se encontró con una sorpresa: "Me he visto como a un delincuente. A las dos de la mañana llamaron por teléfono a mi casa y preguntaron ‘¿Vive ahí el presidente de Osasuna? Pues felicidades’, y colgaron el teléfono. A los veinte minutos volvieron a llamar diciendo que eran de comisaría".

Entonces, Miranda no supo cómo reaccionar: "Estaba muy asustado y tampoco tenía por qué creerme que eran de comisaría. Les dije que trajeran la citación por la mañana, pero se presentaron en mi casa a las dos y media. El daño que me han hecho como persona tardaré mucho en olvidarlo. Como presidente, soy capaz de dejarme la vida por los socios".

Aitziber quiso dejar claro que el comportamiento del presidente fue correcto: "Por su parte, en ningún momento hubo insultos, ni forcejeos. A él sí le empujaron varias veces. Su actitud fue intachable y podemos estar muy orgullosos de él".