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Segunda | Atlético

Amor rojiblanco en el videomarcador

La holandesa Elisabeth Rijnsoever tuvo su particular jornada de amor el pasado día 2 de febrero. Su marido, un cacereño afincado en la isla de Gran Canaria, le felicitó sus 25 años de matrimonio a través de los videomarcadores del Calderón.

Su historia es la de un gran amor por sus dos pasiones en la vida: su mujer, Elisabeth y el Atlético, el club que le quita el sueño. Florencio Pacheco, de 52 años, tuvo la idea de sorprender a su mujer, de 47, con un regalo diferente. No se trataba de un fina joya o de un viaje a un sitio paradisiaco. Florencio felicitó a su mujer sus 25 años de matrimonio por los videomarcadores del estadio Vicente Calderón. Ocurrió el pasado día 2 de febrero en el transcurso del Atlético-Leganés. Florencio y su mujer pasaron cuatro románticos días en Madrid como aniversario de boda y fueron al Calderón a ver el encuentro. Ambos, residentes en Gran Canaria, son abonados del club rojiblanco.

Florencio tiene un restaurante, llamado Don Quijote, en la playa de Puerto Rico, en el municipio de Magán. Es un lugar de encuentro de aficionados del Atlético. Florencio, cacereño de nacimiento, es grancanario de adopción, pues lleva 30 años en la isla. Allí conoció a su mujer, Elisabeth Van Rijnsoever, de nacionalidad holandesa: "Ella era del Ajax, pero rápido le gustó el Atlético. Le gusta mucho el fútbol y es una simpatizante ferviente del equipo madrileño".

Florencio explica que a su mujer le hizo mucha ilusión ver el mensaje de amor por los videomarcadores del Calderón: "La verdad es que se emocionó mucho. Tengo una mujer maravillosa y estoy muy enamorado de ella". En esta ocasión el fútbol sirvió como expresión de unos sentimientos.

Florencio jugó en el Puerta Bonita, de categoría regional madrileña hace más de 30 años, antes de irse a Gran Canaria: "E incluso llegué a probar por el Real Madrid. Estaban Del Bosque, Planelles... Pero yo era muy atlético". Sin embargo, probó por el club de sus amores y no gustó. Su pasión ahora es su mujer y así se lo dijo en los videomarcadores del Calderón.