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Entrevista Alfredo

"Alguna lagrimilla sí que se me saltó"

Alfredo Sánchez lo ha pasado realmente mal. Su pesadilla ha tenido forma de lesiones (fractura de mandíbula incluida) y asuntos extradeportivos. Pero tras marcar en el Camp Nou todos los malos sueños se han terminado.

"Alguna lagrimilla sí que se me saltó"
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-¿Qué se le pasó por la cabeza cuando marcó en el Camp Nou?

-Marcar un gol es siempre una alegría enorme, pero más en un campo como el del Barcelona y ante un equipo al que es difícil ganar. Encima supuso el gol de la victoria para mi equipo. Sentí alegría y satisfacción. Festejar un gol es lo más bonito del mundo.

-¿De verdad le entraron ganas de llorar?

-Cuando marcas sientes muchas cosas y la emoción es algo que no se puede controlar, sale a la superficie sin remedio. Me ha tocado vivir muchas desgracias y me han caído críticas injustas. La verdad es que alguna lagrimilla sí que se me saltó.

-Esto hace pensar que lo ha pasado muy mal

-Sí, es evidente. Me ha tocado vivir situaciones anómalas. Asuntos extradeportivos que no le gustan a nadie y encima las lesiones se han cebado conmigo en el último año. Ves que no puedes entrenarte, ni estar con tus compañeros. A mí lo que más me gusta del mundo es jugar a fútbol y no podía hacerlo. Son situaciones complicadas que te hacen pasarlo muy mal.

-¿Por eso se dedicó el gol a sí mismo?

-Creo que me lo merecía, después de haberlo pasado tan mal en los últimos tiempos. Me lo dediqué a mí y también a Sabino, que antes del partido me había dicho que iba a marcar.

-La primera parte del partido le aguantaron bien al Barça y en el segundo tiempo la entrada de Rosado y la expulsión de Cocu fueron determinantes para el resultado

-El Barça salió enrabietado al partido y con ganas de ganar y lavar su imagen, que había quedado un tanto malparada tras la derrota en Vallecas y toda la polémica que se montó después. En la primera parte no nos dejaron tener mucho el balón y no pudimos llegar con claridad a su área. En la segunda parte se dieron una serie de circunstancias, como la entrada de Rosado, la expulsión de Cocu y que el público se pusiera en su contra, que nos favorecieron.

-¿Se imaginaban que el Camp Nou pudiera acabar aplaudiéndoles?

-Nunca piensas que en un campo rival te vayan a aplaudir. De todos modos no hay que darle demasiada importancia porque lo que pretendía el público era dar la espalda a los suyos. Lo que importa de verdad es el resultado porque la victoria era muy importante para nosotros y para la afición de Osasuna.

-El año pasado le tocó vivir una desagradable situación extradeportiva, ¿entiende cómo se pueden sentir los jugadores del Barça?

-Sí, porque además hace dos años cuando volví con Osasuna a Leganés, donde había jugado tantos años, me pitaron y me insultaron. Se pasa mal y es humillante para un profesional. Es muy duro que la gente que te aplaude y te para por la calle para darte ánimos te dé la espalda a las primeras de cambio.

-Y ahora toca intentar ganarle al Zaragoza

-Ya hay que empezar a pensar en el partido del domingo. Lo ideal sería conseguir una victoria pero puede pasar de todo. Vamos a salir a ganar porque tiene que llegar una victoria en El Sadar. Si ganamos subiremos puestos y estaremos más cerca de lograr la salvación y quizá apuntar a otros objetivos.