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Motociclismo | El calvario de un gran piloto

Garriga comparece hoy ante el juez

Declarará en compañía de otros tres acusados de tráfico de drogas.

La pasada tarde nadie sabía del paradero de Joan Garriga. No es para asustarse, porque esta es la tónica habitual de los últimos años de la vida del ex piloto barcelonés. Sus ex compañeros del mundo de las motos no pueden localizarle y se conforman con verle de vez en cuando como espectador en un circuito.

Su última aparición pública fue en las 24 Horas de Montmeló de 2000 y allí dejó buena muestra de su calidad. De entonces son sus promesas de recuperación por su hija de seis años. Hoy volverá al primer plano de la actualidad por su comparecencia ante el juez. El fiscal le acusa de un presunto delito de tráfico de drogas (pide once años por ello) y de tenencia ilícita de armas (dos años y medio). Su condición de drogadicto en el momento de la detención actúa como atenuante. Junto a él comparecerán los otros tres implicados, para los que se piden 42 años de cárcel.

Joan fue detenido el 12 de mayo de 1998 después de que la policía le encontrara en el domicilio 25 gramos de cocaína, dos balanzas de precisión, joyas, 1.300.000 pesetas en efectivo, tres pistolas, dos rifles, una escopeta. El argumento de Garriga, que podría aportar hoy ante el juez, es que las armas eran de un amigo que se las había dejado porque le deshauciaron. Además, él se quejaba de que dijeran que tenía en su poder una moto de gran cilindrada y un coche de lujo. Siempre dijo que eran suyos.

Las malas compañías y la droga han maltratado su vida. Ahora busca la salida. Así lo decía hace casi dos años a este diario: "Nunca fui un traficante. He sido una cabeza de turco. Puedo tener un sitio en las motos".