El Figueres no quiere saber nada del Barça
Las trabas para la cesión de un canterano ha sido el detonante. Los directivos culés prohíben hacer cesiones
El Barcelona sigue haciendo amigos entre los clubes catalanes. Ahora le ha tocado el turno de enfadarse a la UE Figueres. Albert Domínguez, el presidente de la entidad ampurdanesa, declaró ayer la ruptura de relaciones entre su club y el Barça. La decisión se tomó como consecuencia de los obstáculos que la entidad que preside Joan Gaspart ha puesto para la cesión de Alberto Manga, un jugador de la cantera que acabará en el Cartagonova de Segunda B.
"Al presidente del Barça no me dirigiré nunca más. Ese señor (Gaspart) me hizo venir a pedir el voto públicamente cuando se presentó a las elecciones. Se comprometió conmigo a algo que no ha cumplido ni cumplirá", dijo Domínguez en tono indignado. De esta manera queda muy claro que las relaciones entre ambas entidades están congeladas, por lo que muchas cosas tendrán que cambiar para que el Figueres y el Barcelona vuelvan a tener la buena harmonía que existía hace unos años.
KO copero
La eliminación del Barça en la Copa esta temporada en Figueres (1-0) aún escuece en las oficinas del Camp Nou. Ese, y no el acuerdo de colaboración entre la Unió Esportiva y el Espanyol firmado hace un par de años, podría ser el motivo por el que la directiva culé haya negado la cesión de Manga. Hace varios días que el futbolista había llegado a un acuerdo para jugar lo que resta de esta temporada en Vilatenim. Cuando parecía todo arreglado, los directivos del Barça se han dedicado no sólo a entorpecer la operación, sino que han prohibido a los técnicos que vuelvan a escuchar cualquier petición que llegue desde Figueres.
Sea como fuere, Gaspart sigue sumando enemigos entre los clubes catalanes. Mientras que sus jugadores no han sabido solucionar la papeleta en el campo, permite que jóvenes valores tengan que irse lejos de Cataluña para jugar al fútbol.