"Antes suicidarme que volver a Segunda"

—Estoy contento porque ante el Polideportivo se cumplió el objetivo. En el Calderón existe el problema de que los rivales se emplean con mucha dureza, todos se meten atrás y luego existe el condicionante de los árbitros que debutan.

—Es que sucede todos los partidos en casa. Sufren el impacto de tener que arbitrar ante 50.000 espectadores. Son novatos y se ponen nerviosos. Yo sé que ninguno lo hace mal con intención. Pero se equivocan en dos o tres jugadas, la afición les increpa y pierden los papeles.

—De ganar no se aburre nadie. Pocos se cabrean cuando uno sale ganador. El Atlético es ahora un equipo más serio, se conoce bien la lección, es más profesional y tiene más dedicación.

—Es verdad. Nos equivocamos de cabo a rabo. La pena fue que los veteranos no estuvieron a la altura. El veterano adopta una postura que luego es seguida por los más jóvenes.

—Nosotros estamos trabajando de cara al futuro, escuchando muchas cosas. El Atlético es una sociedad con vida. Inauguramos nuestra tienda y estamos trabajando con el Ayuntamiento sobre el estadio. Mi gran preocupación será tratar de evitar otra vez el infierno. Esto es terrible. Antes el suicidio que la posibilidad de volver a Segunda otra vez.

—Nunca perdí las ganas. Pero es cierto que ahora estoy más contento, más tranquilo. Pero mi problema es buscar todos los días dinero para el Atlético.

—Ocho o diez no entrarán más al estadio el año próximo. La gente me pide aficionados que defiendan los intereses del club. Yo he plantado cara a algunos y por eso van contra mí.