Caparrós no fue Keaton

Eran el partido y la fría noche de Madrid para que el Sevilla de Michael Keaton (así es como apodan a Caparrós, por su parecido físico con el protagonista de Batman) sacara algo positivo del Bernabéu. Pero el técnico utrerano cambió la valentía que lleva mostrando toda esta Liga para apostar por el "cerocerismo". Y eso que, horas antes del partido, decía Caparrós que el miedo escénico del Bernabéu había pasado de moda con el nuevo milenio. Pero fueron sólo palabras. Ahí anduvo un poco bocazas.

El Sevilla fue un actor tembloroso y primerizo, sin un guión claro y sin lugar a la improvisación. Despertó del miedo demasiado tarde, sólo cuando el marcador se le puso demasiado en contra con los dos goles del resucitado Morientes. El gol de Moisés fue al final una obra inacabada, que deja al Sevilla sin botín en el escenario donde más valen los puntos y donde se demuestra la valía de uno. Una pena. Ayer, ni el Sevilla fue el Sevilla ni Caparrós fue Michael Keaton.