NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Éste derby está triste

Actualizado a

Qué triste está este prederby. Qué ausente de nervios, devoción, porras de resultados y recochineo. De la noche a la mañana, el clásico más cercano, igualado y simpático de todos ha cambiado los piques sanos por roces internos (Mario-Pablo Alfaro), las primas por veladas, pero palpables amenazas (Lopera y los expedientes) y el alegre cashondeo por escalofríos despavoridos durante la madrugada de Halloween.

Sabe mal estar sin gatos en la barriga y tener que preocuparse de otras cosas que no sean esa mezcla de colorido que tiene la Sevilla preclásica antes de un Sevilla FC-Real Betis. Sabe amargo, ni siquiera con la agridulzura que da la esperanza de una victoria. No sé si será porque lo miro desde 570 kilómetros y la frialdad repentina que tiene Madrid, pero, a poco más de 24 horas vista, el aire no se corta como mantequilla, los dedos sienten la ausencia que el cosquilleo de los nervios dejaron otros años y las llamadas al móvil para el habitual pica-pica son menos, muchas menos... De verdad, casi no han existido para mí.

Ni siquiera la vuelta del Nico Olivera y la confirmada baja de Denilson (aunque da igual quien juegue, de verdad, da igual) adornan la balanza de un enfrentamiento lleno de terrores postpartido. Los sevillistas, porque parecen únicos favoritos: perder suena a inimaginable, pero como siempre en esto del fútbol, es posible. Los béticos, porque otra derrota reventaría de calabazas y velas rojas un crisis que comenzó a sangrar en la Noche de los Santos.

Y me duele. Antes, esperábamos con impaciencia al lunes (domingo esta vez) para reírnos o ser reídos al calor de la oficina, la taberna o la vuelta de la esquina, pero para reírnos, al fin y al cabo, con la mala uva y el cainismo a borbotones que nos han dado los años. Ahora, más allá del derby sólo se vislumbra frío y terror, y no es porque sea noviembre. Es, simplemente, porque parece el Sevilla-Betis más triste de la historia.