JUEGOS DE INVIERNO | PEKÍN 2022
Queralt Castellet: "El miedo no existe, disfruto de la sensación"
En sus quintos Juegos, la rider de Sabadell (32 años) aspira a subir al podio en snowboard halfpipe. Inicia la calificación en la madrugada del martes al miércoles con buenas sensaciones.
Queralt Castellet (Sabadell, 32 años) afronta en la madrugada del martes al miércoles (02:30, Eurosport) la calificación de snowboard halfpipe (final, madrugada miércoles a jueves, 02:30) entre las favoritas. Son sus quintos Juegos, ejerció de abanderada junto a Ander Mirambell, y llega con dos bronces en Copas del Mundo, una plata en el Dew Tour y otra en los X-Games. Le falta una medalla olímpica. Antes de competir, charla con AS.
-El año pasado, bronce mundial. Este, cuatro podios en las últimas cuatro pruebas. ¿Cómo valora este inicio de temporada?
-Me encuentro muy cómoda y me lo estoy pasando súper bien, disfrutando muchísimo del snowboard. Cada año estoy aprendiendo y ganando consistencia en competición y en mis trucos, en conseguir rondas potentes tanto en clasificatorias como en finales.
-¿Qué recuerda de esos primeros Juegos con 16 años en Turín?
-¡Fue increíble! Encontrarme con todas las chicas que tenía en la pared de mi habitación. Eran mis héroes, mis referentes... Mi sueño surgió allí. Me dije 'Quiero ser como ellas'. Fue un antes y un después. Me abrieron los ojos.
-Su mejor resultado es un séptimo puesto en Pyeongchang 2018. ¿Siente que ese no es su lugar, que debía haber estado aspirando al podio en alguno de los Juegos?
-En Pyeongchang no conseguí planchar mis trucos en la final. Son cosas que pueden pasar y espero que esta vez no sea así.
-Así que tiene esa espina clavada...
-Sí, todas las competiciones que no salen son una espinita.
-¿Qué le parecido el medio tubo en el que competirá?
-Estuve hace dos años en una Copa del Mundo y hacía muchísimo viento. De hecho, está en un campo con molinos. Pero se ve que han trabajado mucho para reducirlo. Era lo que más nos preocupaba porque yo vuelo muy alto y es el peor factor que te puedes encontrar, porque te descontrola.
-¿Chloe Kim es inalcanzable?
-(Tuerce el gesto) Es una rival más. Es increíble, la verdad, pero ahí estamos para darlo todo. En Estados Unidos está considerada como la mejor snowboarder, es una estrella (la estadounidense de origen coreano, de sólo 21 años, fue oro en Pyeongchang y ocupó la portada de 'Time' hace dos semanas).
-Les saca más de diez años a alguna de sus rivales. ¿Cómo es su relación con ellas?
-Entre todas nos tenemos mucho respeto. Y es guay ver a esta generación tan joven. Yo tengo la experiencia y con eso voy por delante.
-¿Qué han supuesto estos dos últimos años con la pandemia? Menos ingresos, menos pruebas...
-Han sido complicados. Pero he sacado algo positivo: he exprimido y valorado mucho más los momentos en la nieve. Cada evento en el que he podido competir. Ahora me acerco con más gratitud a mi deporte.
-¿Cómo ha cambiado el halfpipe desde que comenzó? ¿Ha aumentado mucho la dificultad?
-Sí, totalmente. Los trucos, la amplitud, la variedad se incrementa y yo también he sido parte de esa evolución y estoy orgullosa de ello.
-¿Se siente un poco un bicho raro en España?
-No, pero sí que me gustaría sentirme más parte del ecosistema deportivo en mi país. Desafortunadamente, tengo que estar siempre fuera porque mi disciplina lo requiere. El día que pueda entrenar y pasar en España mucho más tiempo será un sueño para mí.
-Lo de construir un pipe en España...
-Es difícil, pero no es imposible.
-Leía en una entrevista que no se siente pionera, porque no viene nadie detrás. No se está aprovechando su tirón...
-Bueno... Sí me siento pionera, tengo que valorar que he sido la primera en muchos casos.
-¿Qué le parecería una candidatura de Barcelona-Pirineos para 2030 sin que España sea una potencia en deportes de invierno?
-Ayudaría muchísimo. Sería un gran impulso.
-Pero no siendo una potencia...
-Contribuiría a que pudiéramos serlo. En cuanto a terreno, montañas y calidad de nieve sí somos una potencia en Europa. España no es país de verano sólamente.
-¿El snow es algo más que un deporte? ¿Es un poco filosofía de vida también?
-Sí, es parte de mí. Me ha ayudado a entender la vida. Es una manera de expresarme. Soy yo misma haciendo snowboard.
-¿Cómo es su vida?
-En los últimos años ha consistido en viajar muchísimo. Intentar estar en todas las competiciones. Muy, muy 'bussy'. No he tenido base en ningún lado. Ha sido un no parar. No tengo casa.
-¿Ha variado su forma de entrenar estos años? ¿Ha incorporado cosas fuera de la nieve?
-El fisio, el médico o el nutricionista son fundamentales para que todo esté alineado. Que todo ayude a recuperar más rápido también. Mi punto débil son las contracturas. Los músculos se me endurecen rápido y he trabajado mucho en ese sentido. También realizo meditación. Un conjunto de cosas que me ayudan a conocer a mi cuerpo.
-Por cierto, ¿tiene sensación de miedo en algún momento?
-No. Eso no existe. Es una sensación que buscamos, que disfrutamos sobre todo cuando sientes que tienes el control sobre la situación.