El emperador conquista China
Ryoyu Kobayashi vence en la prueba de saltos de esquí, desde el trampolín, pequeño de Pekín 2022 y cumple el objetivo: "Nadie te hace caso si no ganas el oro en los Juegos".
El trampolín pequeño del Centro Nacional en Zhangjiakou, con punto K en 90 metros, acogía uno de las competiciones más emocionantes de la especialidad que se recuerdan. Viento de frente cambiante, puerta 14 para saltar que variaría a la 13 y a la 12 según se iba modificando la intensidad y la dirección del aire que afecta a la compensación de puntos, 50 candidatos para 30 plazas en la final, la difícil combinación de distancia y puntuación de los jueces... Elementos más que suficientes para que la ronda de clasificación fuera intensa ya que nadie podía relajarse lo más mínimo si quería estar entre los elegidos para optar a las medallas del primer evento masculino de los saltos de esquí.
Vuelos por encima de los 100 metros y velocidades superiores a 87 km/h para pelear por estar entre los 30 elegidos... y el japonés Ryoyu Kobayashi (25 años), doble ganador de los Cuatro Trampolines, con la mejor puntuación para entrar a la final: 145.4 tras saltar 104 metros desde la puerta 12. En una especialidad donde los márgenes son tan estrechos y el cambio radical de 180 grados puede ocurrir en milésimas de segundo llegaba el momento definitivo. La final, recordar que se suma lo conseguido en este salto más lo heredado de la clasificación, se presentaba igualada con la estrella japonesa con la vitola de favorito pero debiendo sobreponerse de nuevo al "nerviosismo" que dice sentir siempre antes de competir y que le ha jugado malas pasadas en algunas ocasiones.
Su misión de proclamarse campeón olímpico en Pekín y dar a su país el tercer oro masculino en saltos de esquí en los Juegos siendo el heredero del mito Kazuyoshi Funaki, último en hacerlo en Nagano 1998. "Prometo hacer un gran salto", decía en la previa el pequeño de la saga Kobayashi (su hermano mayor también ha participado en la final de los Juegos acabando en el puesto 27º) nacido y criado en Iwate, una prefectura poco propicia para el salto, que desde pequeño entrenó para ser un deportista de élite y más tarde se puso bajo la tutela de Kasai Noriaki (tres medallas olímpicas y siete mundiales).
El segundo salto fue de 99,5 metros, no quizá el esperado, pero sí suficiente para conquistar China con 275 puntos acumulados y cerrar el círculo: "La realidad es que nadie te hace caso si no ganas en los Juegos Olímpicos". Amante de múltiples deportes, atleta de Red Bull y con el futbolista Neymar, el piloto de F1 Lewis Hamilton y el jugador de béisbol Shohei Ohtani como grandes referentes a los que sueña con parecerse en "repercusión" y "presencia mediática" ahora ja logrado el éxito que necesitaba. La plata fue para el veterano alemán Manuel Fettner y el bronce para polaco Dawid Kubacki.