El factor sorpresa de Cienfuegos en martillo y de Ben en 800

No parten como favoritos, pero ojo al factor sorpresa. Javier Cienfuegos, en martillo, y Adrián Ben, en 800, estarán este miércoles en la final olímpica. Primero, a las 13:15, irá Cienfuegos. A los 31 años, el de Montijo está "muy fuerte". "Estoy al mismo nivel que en 2019, cuando hice el récord de España (79,38), lo único que me ha faltado ha sido dar el tiro bueno, coger un buen círculo... ¡Qué salga aquí y ya está!", explica el extremeño, que ha disipado las dudas que tenía al llegar Tokio. Le costó adaptarse a la humedad, que las manos no resbalaran.

Cienfuegos, diputado en el parlamento extremeño por el PP, compagina la vida política con el martillo. Con él lleva toda la vida entrenándose bajo la supervisión de su entrenador Antonio Fuentes y del experto en lanzamientos y Charly Burón. "Hay mucho nivel, con los polacos Nowicki, Fajdek y el americano Winkler. Ellos están bien, pero yo también lo estoy. Así que veremos, además ya he cogido confianza en el círculo y puedo darle fuerte".

Cienfuegos comenzó a despegar su nivel en 2019, cuando fue séptimo del mundo en Doha. Vida de padre, ir al Parlamento, entrenar... "Hay días que acabas muy cansado, muerto, pero antes también me pasaba y no hacía nada. Así que a todo te adaptas", relata el martillista, que habla incluso de la política que hay en la Selección española: "En el equipo hay gente de todas las inquietudes, y todos hablamos sobre la política. Y charlo con gente que tiene ideas muy diferentes, incluso dentro de mi apartamento. Y no pasa nada".

Ampliar

Cumpleaños total para Adrián Ben

Tras el político martillero, a las 14:05, llegarán los 800, con Adrián Ben. Otro que en 2019 la lió con un sexto puesto mundial. Este miércoles cumple 23 años y lo celebrará con una final olímpica, ni más ni menos. Tiene la penúltima peor marca de los finalistas (1:44.18), pero eso en las dos vueltas a la pista puede ser algo anecdótico. Más con el tremendo sprint definitivo que tiene el de Viveiro (Lugo), con todo su pueblo volcado. Acaba de ser nombrado hijo predilecto en la distancia.

"Me he entrenado muy bien, las cosas han salido. Yo me llevo el chándal de premiación por lo que pueda pasar",  avisa Ben, que se entrena con Arturo Martín Tagarro en Madrid.  El míster analiza a su discípulo: "Ya ha sido un exitazo meternos. Adri está bien, convencido y con ganas. Va a depender mucho de cómo vaya la carrera. Hay gente de mucho nivel, que sobre el papel tiene marcas mejores. Pero Ben no va a ser un convidado de piedra y el objetivo es llegar a los últimos 200 con opciones de luchar por todo. Estas oportunidades se presentan sólo una vez en la vida. Porque lo más difícil ha sido entrar en la final".

Ben ha dado un salto de calidad esta temporada. Tiene a favor que es buen fondista, que es algo que jugará a favor en cuanto a la recuperación de las dos carreras anteriores. "Esto es un sueño, pero hay que rematar", dice Ben, el primer hombre finalista olímpico español en 800. Objetivo, dar la sorpresa. Como Cienfuegos.