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ATLETISMO

El diputado del martillo

Javier Cienfuegos llega a los Mundiales de Doha como tercero del ranking mundial. El atleta extremeño también es parlamentario.

Javier Cienfuegos en la Asamblea de Extremadura
J.M.ROMERODIARIO AS

Javier Cienfuegos habla rápido, con entusiasmo: "Estoy en una nube". En 2019 vive una avalancha de acontecimientos. Fue padre, entró como parlamentario de Extremadura por el PP y se ha convertido en el tercer lanzador de martillo del mundo (79,38), según dicta el ranking, tras los polacos Fajdek y Nowicki, dos colosos. Le queda una cita pendiente, los Mundiales de Doha (27 septiembre al 6 de octubre): "¡Quiero que lleguen ya, competir y disfrutar!".

Cienfu tiene 29 años y es de Montijo, un pueblo de Badajoz, en el que se destapó desde joven como un prodigio del martillo en categorías inferiores. Él se apuntó a correr, pero su entrenador, Antonio Fuentes, le dijo pronto: "Tú al martillo". Fue un júnior prodigio, aunque el resultado con los mayores tardó. "Vengo de seis años durillos, hace dos me operaron de la espalda y ahora disfruto esto al máximo. Me mantuvo vivo el amor al martillo y al final, cuando eres cabezón, salen las cosas", dice el extremeño que sólo esta temporada ha fulminado el récord de España cuatro veces: 77,32, 78,16, 78,70 y 79,38.

Cienfuegos vivió en Madrid, se entrenó en la Blume con Raúl Gimeno, hasta que regresó a casa, a Montijo: "La vida del pueblo me gusta más". Allí ha encontrado la estabilidad con el binomio Carlos Burón, el técnico que guió a Manolo Martínez, y Fuentes, un entrenador de club, que se recicló al martillo y se puso a estudiar con meticulosidad para transformar a Cienfuegos en un superlanzador: "Antonio tenía entre ceja y ceja un par de detalles técnicos que podíamos mejorar. Uno era poner el punto bajo del martillo lo más a la derecha posible. El otro, trabajar mucho, mucho con la cadera y que el pie derecho se adelantara más a la bola. Automaticé ambos cambios y dimos con la tecla".

Cienfuegos, de gesto sonriente y giros explosivos, vive feliz. "Tengo la estabilidad familiar, laboral. Este año es el que más ajetreado estoy y, sin embargo, más salen las cosas. Yo siempre necesito algo más que el atletismo para no comerme la cabeza. Antes me apuntaba a masters, a todo lo que pillaba, ahora soy parlamentario", explica el martillero.

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EFE

Así fue cómo se vio inmerso en las listas del PP para las elecciones autonómicas de Extremadura y ahora es portavoz de Juventud, Deportes y Empleo: "Lo primero que hice fue preguntarle a Ruth Beitia, que ella fue parlamentaria por Cantabria y campeona olímpica. Me dijo que sí que se podía compatibilizar y que siguiera adelante. A veces trabajo desde casa, lo importante es cumplir con lo que tienes que hacer".

De las batallas parlamentarias pasará a la del Khalifa Stadium de Doha, el recinto con aire acondicionado ("no sé cómo afectará al cuerpo") en el que se verá con los polacos, que siempre dominan todo: "Fajdek y Nowicki son los más regulares del año y llevan mucho tiempo arriba. Eso sí, que no se descuiden, ¿eh? Yo iré a tirar todo lo que pueda". Y eso es lejos, porque con el 79,38 habría sido, por ejemplo, oro olímpico.

Un lanzamiento de martillo dura dos segundos, cuatro giros: "Y cuando realizas el primero, ya sabes que puede ser bueno". Cienfuegos mira al podio en el Mundial.