JUEGOS OLÍMPICOS

La leyenda olímpica que ve a Yasmani como su sucesor

Yasmani Acosta se ha transformado en una de las grandes revelaciones de Tokio, una actuación que intentará consagrar con su primera medalla.

Tokio
LEAH MILLISREUTERS

Desde que se tomó la decisión de separarse de la delegación cubana en el Campeonato Panamericano del 2015 para quedarse a vivir en Santiago, Yasmani Acosta tenía una imagen en la cabeza. Él en unos Juegos Olímpicos, representando al Team Chile, y peleando por una medalla.

La escena se hizo realidad en Tokio. Ahí el luchador de 130 kilos vibró en una jornada inolvidable: ganó dos combates, perdió en semifinales (empató) y ahora irá por una medalla de bronce. Podría estar feliz, pero su confianza es tan alta que "estoy un poco disgustado por la pelea anterior", dice.

Lo que para otros es sorpresa, para él es una larga ruta. Un trabajo que comenzó mucho antes de aterrizar en Japón. Yasmani pasó los últimos meses antes de los Juegos entrenando en Europa con el mejor de su deporte Mijaín López Nuñez. "La leyenda", le dice él con respeto.

El apodo no es gratuito. López, que se clasificó a la final en Tokio, es el actual triple medallista de oro en Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016. Y es también un ídolo y amigo para Yasmani. El ejemplo que ha seguido para progresar y estar hoy entre los mejores del mundo.

López mira con respeto al chileno, con quien comparte nacionalidad. "Sí él se lo propone puede llegar a ser campeón olímpico alguna vez. Él lo sabe. Ha crecido muchísimo, y me llena de orgullo hasta donde ha llevado a Chile", dice el cubano. Acosta responde con orgullo. "Soy muy agradecido de él y lo que me ha ayudado. Sí lo dice es porque voy por buen camino".

Este lunes Mijaín intentará colgarse la medalla de oro por cuarta vez en Juegos Olímpicos y convertirse así en el luchador más laureado de la historia. En ese mismo lugar Yasmani intentará alcanzar su primer podio. Quizás el primer para seguir la ruta de su ídolo.